El papa Benedicto XVI sufrió una fractura en la muñeca derecha y tuvo que ser operado tras tropezar en el chalet alpino en el que pasa sus vacaciones en Les Combes, en el valle de Aosta, Italia. El Pontífice se había retirado a descansar hasta el 29 de julio en una residencia acondicionada para su antecesor, Juan Pablo II. Todo parecía perfecto. Pero entonces Benedicto XVI tropezó en el baño y se quebró la muñeca. "No es nada grave", aclaró el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien añadió que la caída no tuvo que ver con un desmayo, como se especuló enseguida. El religioso fue operado con anestesia local. Su "estado general es bueno", indicó el médico y portavoz del centro, Tiziano Trevisan. |