NEUQUEN y BUENOS AIRES.- El gobernador Jorge Sapag y el gremialista Guillermo Pereyra participarán el lunes, en la Vuelta de Obligado, de lo que promete ser una nutrida concentración del gremio petrolero, para celebrar el acuerdo firmado ayer que pone fin a los despidos y a la grave parálisis que amenazaba al sector.

Desde el Aeroparque de Buenos Aires, donde se aprestaba a tomar el avión para retornar a Neuquén luego de una semana de intensas negociaciones, el gobernador se mostró satisfecho con el acuerdo sellado ayer entre el ministerio de Planificación Federal de la Nación, la provincia, los dos gremios del sector -obreros y jerárquicos, y la casi totalidad de las empresas.

"Es un éxito, estoy muy conforme porque garantizamos la paz social retrotrayendo los despidos que angustiaban a cientos de familias", apuntó el gobernador.

El convenio firmado ayer significará inyectar unos 600 millones de dólares en la alicaída actividad hidrocarburífera, de la mano de un sensible aumento en el precio que CAMMESA (la Autoridad del Mercado Mayorista Eléctrico) paga a las empresas por el gas que se utiliza para producir electricidad.

La suma representa aproximadamente el 70% de los fondos destinados a reactivar la industria. Alrededor del 30 restante provendrán del Fondo del Gas y serán aportados por la secretaría de Energía en función del fluido producido por cada empresa.

El capítulo referente al petróleo -en el que las autoridades nacionales piensan inyectar otros 400 millones de dólares, comenzará a ser discutido la próxima semana en Buenos Aires.

Mientras tanto, el titular del sindicato del Petróleo y Gas Privado, Guillermo Pereyra, convocó una asamblea para el lunes al mediodía en la Vuelta de Obligado que, con el pretexto de informar a los afiliados sobre el acuerdo, promete convertirse en una manifestación de fuerza. Por lo pronto, Sapag confirmó que participará de la convocatoria.

En el ministerio de Planificación se negaron a atender los numerosos llamados de este diario. Después que a comienzos de semana una alta fuente del Palacio de Hacienda aseguró que "darle una concesión a Neuquén implicaría hacer lo mismo con los problemas de otras provincias", la cuestión pegó un giro cuando la propia presidenta de la Nación, Cristina Kirchner le ordenó a De Vido -tras reunirse con Sapag-, que se analicen la posibilidad de reestructurar las tarifas en el área gasífera y preservar las fuentes de trabajo en la actividad.

Pereyra llegó anoche exultante a la sede del gremio petrolero. En el lugar informó a los cerca de 70 empleados de la empresa Key -los únicos que fueron despedidos- que el resto de las firmas que operan en la zona aceptaron incorporarlos a sus planteles.

Pereyra dijo que "no tenía sentido reclamarle a Key que los reincorpore, porque la empresa se va del país. Nos propusimos buscar una solución de fondo y fue asegurar que serán tomados por otras, en un plazo de unos 30 días". Les aclaró que Key comenzará a liquidar las indemnizaciones de ley. (AN/ABA)