Sábado 18 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Sociedad
Lumbricultura: "Viable, sencilla y rentable"

ROCA (AR).- Ante una problemática que crece y preocupa, la de los basurales a cielo abierto, surgen diversas alternativas para pensar en cómo hacer frente a una verdadera amenaza ambiental. Una de ellas fue presentada ante la municipalidad de esta ciudad, y propuesta por un especialista en lumbricultura: consiste en la eliminación de los basurales a través del tratamiento de los residuos orgánicos utilizando la técnica de la lumbricultura.

Esta técnica consiste en un simple proceso en el que se utiliza la lombriz californiana, que consume esta basura y que luego elimina, transformándola en importante componente para el humus. Esta técnica "puede llevarse a cabo en cualquier ambiente y espacio, es una técnica viable y barata", explicó Eduardo Picazo, el impulsor del proyecto.

Según algunos datos obtenidos por el profesional, en "una ciudad como Roca, con más de 100.000 habitantes, se generan unas 90 toneladas diarias de basura, de las cuales 50 son de materia orgánica. Con esta cantidad, se podría producir unas 30 toneladas diarias de "humus", suficiente para fertilizar más de 5.000 hectáreas de tierra por año".

En el colegio primario, se enseñan diferentes formas para cuidar el medio ambiente, pero parecen olvidarse en el tiempo. Sin embargo, desde una acción simple puede comenzarse a construir algo más grande, refiere Picazo, y sostiene que la separación de nuestra basura domiciliaria, en orgánica e inorgánica, es uno de los primeros pasos. Sin embargo, muchas de las alternativas no están incorporadas a la sociedad, por lo que los especialistas proponen realizarlo directamente en los basurales.

La contaminación que generan estos espacios se ven reflejados en las enfermedades que sufren las personas que viven a su alrededor, donde las opciones para corregir esto no han dado resultado. La más común es la quema de residuos que aunque ayudó a solucionar en parte el problema generó trastornos en las grandes ciudades, relacionados con la acumulación de las cenizas y los malos olores. Otra de las opciones, cuestionadas, es enterrar la basura, "esto es malo en cuanto a lo económico, ya que requiere de un costo importante y es pésimo en cuanto a lo ecológico porque sí o sí contamina", advirtió Picazo.

No solo a través del contacto directo con los desperdicios sino también a través de diferentes vectores como ratas, moscas, perros que viven en esas zonas y por supuesto, mosquitos son las formas más comunes por las que se transmiten las enfermedades. Generalmente los más afectados son los menores que, aunque no vayan a los terrenos infectados, mantienen un contacto directo con los animales que van a alimentarse a los vertederos ilegales de residuos.

Asimismo, la gente que vive en zonas aledañas a los basurales, habita suelos totalmente contaminados por diferentes agentes químicos altamente contaminantes que son sumamente peligrosas y que una vez que entran en contacto con el medio ambiente, la contaminación es inevitable.

Picazo detalló un ejemplo claro que pone en evidencia los beneficios de una práctica que según sus palabras resulta "viable, sencilla y rentable". En este caso, la protagonista es la localidad de Laprida, en Buenos Aires, donde la basura generada por toda la población es separada y calificada por material que luego se vende. El dinero obtenido es destinado a la paga de quienes están encargados de realizar la separación de la basura, que generalmente, son personas que previo a esta actividad realizaban trabajos de cirujeo.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí