La historia es enredada. Los Chaves son una familia argentina, aunque su domicilio está en Panamá. Pero hace un mes los cinco integrantes -Carlos, Liliana Sava, tres niñas de 2, 4 y 6 años-, más una cuñada, viven en el aeropuerto Antonio Carlos Jobim de Río de Janeiro. Ellos aseguran que sus papeles están al día y que todo lo que quieren es volver a Panamá. El problema es que llegaron a Río cinco días después de que su vuelo hubiera despegado y ya no tienen más plata.
Todos los días, Liliana lleva a las niñas a bañarse al baño del aeropuerto, lava la ropa allí e incluso la seca. Casi como protagonistas de la película "La terminal", de Steven Spielberg, los Chaves ya tienen una red de ayuda dentro del enorme aeropuerto. Algunos mozos de los patios de comidas les llevan lo que queda y otros los ayudan con pañales para la más pequeña del equipo. "Mejor vivir en el aeropuerto que en la calle", dice Liliana.
Pero no todo está muy claro. De un lado, el consulado argentino asegura que les ofreció a los Chaves los pasajes aéreos para volver al país, además de hospedaje. Pero ellos se negaron, alegando que su casa está en Panamá. El problema es que de acuerdo a los datos de esa oficina, los Chaves no tendrían residencia legal en ese país, donde habrían permanecido con ayuda de la embajada argentina y distintas entidades locales.
Sava explicó que tampoco podía volver a Buenos Aires porque sus padres viven en un monoambiente y su papá está muy enfermo. Su única opción es regresar a Panamá.
Una posibilidad que estudia la Secretaría de Asistencia Social de Río de Janeiro es obtener autorización para que la familia viajara en un avión del Correo Aéreo Nacional hasta Panamá. Sava piensa que otra posibilidad es obtener ayuda de alguna empresa aérea para ir a Boa Vista, desde donde podría trasladarse por tierra a Caracas y de allí resultaría más barato viajar a Panamá.
(Agencias)