NEUQUÉN.- Los jefes militares que fueron condenados el 18 de diciembre pasado por delitos de lesa humanidad cometidos en el Alto Valle, lograron la detención domiciliaria.

La medida fue adoptada por el Tribunal Oral Federal de Neuquén, que debió revocar la disposición que había adoptado en diciembre luego de que los defensores de los militares condenados apelaran tanto la sentencia como la disposición para que permanecieran en unidades carcelarias.

La sentencia (que condenó por 25 y 20 años de prisión a los jefes militares) está en proceso de apelación.

Según fuentes judiciales, fueron remitidos a sus domicilios el ex jefe del Batallón 181, Enrique Braulio Olea ; el ex jefe de Inteligencia del Comando, Oscar Lorenzo Reinhold; el ex jefe del destacamento de Inteligencia 182, Mario Gómez Arenas; el ex jefe de Personal del Comando, Luis Farías Barrera; el ex jefe de Sanidad, Hilarión Sosa y el ex suboficial de inteligencia, Julio Oviedo, quien cumplió 70 años recientemente.

Siguen en prisión debido a que no tienen la edad para acogerse al beneficio domiciliario los ex integrantes del departamento de inteligencia de la unidad, Jorge Eduardo Molina Ezcurra y Sergio San Martín.

El general retirado Olea fue el primero que logró el beneficio, luego que los tribunales de Casación revocaran la orden del Tribunal Oral de Neuquén de rechazarle el pedido de prisión domiciliaria que había hecho luego de la sentencia.

En el marco de la causa, siguen detenidos a la espera del juicio la mayoría de los procesados que deberán responder en el segundo juicio oral por 39 víctimas que fueron secuestradas, torturadas y algunas permanecen desaparecidas luego de la detención ilegal.

Según se conoció, los 9 equipos de defensas que responden por los 26 acusados en esta segunda etapa presentaron en total 14 apelaciones para evitar que la causa llegue a juicio.