CIPOLLETTI (AC).- Aún computando la centralización que se hizo en en la base central del hospital Pedro Moguillansky -para la atención de los afectados por la gripe A-H1N1 y afecciones respiratorias diversas- los 15 centros periféricos barriales de salud que actúan cono soportes del nosocomio están a full de pacientes, con el agravante de que se ha tenido que hacer un organigrama especial para garantizar la cobertura médica, dado que se necesitan entre 18 y 20 profesionales y no hay más de 12.

Otro paciente con una insuficiencia respiratoria grave murió en Cipolletti. Se trata de un hombre de unos 50 años que estaba internado en un centro privado de salud.

Es el quinto deceso que ocurre en la ciudad en los últimos días por una enfermedad similar, aunque en ninguno de los casos se logró confirmar aún que se trate del virus de la gripe A (H1N1). "Se esperan los resultados de los análisis", informaron ayer. Las cuatro muertes anteriores se registraron en el hospital.

El médico Luis Frascarolo es el responsable del servicio cipoleño DAPA -Departamento de Atención Primaria del Area- y si bien reconoció como exactas las versiones sobre la necesidad de más profesionales también deslizó que en estos momentos la atracción que ejerce Neuquén no se puede frenar porque allí la oferta salarial es más apetecible.

Por caso, una guardia se paga el doble que en Río Negro y sólo ese factor es un imán que atrae a los interesados en insertarse en el sistema público de la Patagonia norte.

Los centros periféricos de salud están en los cuatro puntos cardinales de la ciudad. Entre ellos en los barrios Anai Mapu (norte) La Costa en sus dos secciones, y Labraña (oeste), Tres Luces (sur) y Puente 83 (este).

Haciendo un promedio, de lunes a viernes, concurren a los centros periféricos unas 200 personas por cada unidad barrial de salud, que referenian unas 4.000 al mes. En los cuatro de mayor envergadura, en el horario de 8.30 a 13.30 hay dos médicos (Don Bosco, 1.224 Viviendas, El Trabajo, Pichi Nahuel) y en los demás se produce la rotación aunque en todo momento existe disponibilidad de médicos y enfermeros. Las emergencias obviamente se derivan de inmediato a la sede central de calle Naciones Unidas donde, por la gripe, se atienden en el área concreta hasta las 22.

El caso de la gripe denominada "porcina" elevó sustancialmente el número de consultas, que de 3.856 al mes pasaron a 4.528.

En cuanto a las afecciones respiratorias, la afluencia de gente ha ido mermando al menos en los periféricos, de 180 hace unos días, cuando se potenció el mayor "oleaje" -por síntomas y también por miedos, pues no había variables puntuales acerca de esa enfermedad- a 50 en la actualidad. Esto, obviamente aparte de los que concurren por otras patologías.

Lo cierto es que en una ciudad muy extendida, donde de un barrio como La Costa al hospital hay más de 45 cuadras, un centro de salud es la tabla de salvación primaria de un paciente.

Pero si no se soluciona el tema de la cobertura médica, llegará el momento en que la situación se tornará insostenible.