El método empleado comúnmente en las operaciones de "by pass" evita dolor y complicaciones a los pacientes en el momento, pero parece aumentar el riesgo de muerte o de ataque cardíaco en los tres años siguientes, revela un nuevo estudio.
El resultado podría tener consecuencias significativas, ya que se practican unas 450.000 operaciones de desvío coronario cada año en Estados Unidos y el 70% usa el método estudiado, según el cual los médicos remueven una vena de una pierna para insertarla en el pecho a fin de crear desvíos en torno de las arterias bloqueadas.
Durante décadas se hacía con una larga incisión, a veces desde la ingle hasta el dedo del pie. Era doloroso, dejaba una gran cicatriz y a menudo desembocaba en infecciones y mayor tiempo en el hospital.
Hace unos 13 años, los médicos empezaron a probar un nuevo procedimiento: practicar pequeños cortes y usar instrumental pequeño para extraer la vena por los orificios diminutos.
El nuevo estudio constituye "un llamado de atención" para reconsiderar el método, dijo el autor central, John Alexander del Centro Médico de la Universidad de Duke. El médico halló que los pacientes a quienes les practicaban el método de la incisión pequeña tenían una probabilidad significativamente mayor de morir, padecer un ataque cardíaco o necesitar otro procedimiento de arterias abiertas en los tres años siguientes. El motivo probable es que la vena sufre daños al ser extraída y no resiste bien al paso del tiempo.
Aunque se necesitan más investigaciones para confirmar los resultados, los médicos probablemente deberían usar menos la técnica o manejar la vena más cuidadosamente, advirtieron los médicos.