Pablo Verani le resta dramatismo al conflicto entre su sobrino, ministro de Hacienda, y el gobernador, Miguel Saiz. De todas maneras, aclara que para él tampoco fue "neutro" haber plebiscitado la gestión provincial en una elección nacional.
El senador habló con "Río Negro" sobre el resultado de los comicios legislativos en la provincia. Y, entre otros conceptos, se mostró crítico con los dirigentes que sólo enseñan a mantenerse en cargos públicos.
- ¿Por qué se perdió?
- El tema es saber quién ganó, porque con el 29% la primera minoría... no ganó nadie nada. En Río Negro se dio una composición extraña. Muchos votaron al ARI porque no creyeron en el candidato nuestro cuando dijo que iba a ir al bloque radical. Estaban en la duda, una duda de la que somos responsables todos.
- ¿Por qué?
- Porque fuimos a una concertación plural, a un acuerdo programático, que primero se cumplió pero después no.
- ¿Y de quién era la responsabilidad de mostrar ese camino distinto? ¿Del candidato? ¿del partido? ¿del gobernador?
- El candidato sostuvo los proyectos que yo presenté en el Senado. Pero no se discutió bien. Fue una campaña pobre en propuestas.
- ¿Y ahora?
- Ahora hay que escuchar lo que nos dijo la gente.
- ¿Hay predisposición?
- Tiene que haber. Si no es un suicidio. No hay peor cosa que no escuchar.
- Usted ha dicho alguna vez que Saiz es testarudo.
- Más que cabeza dura es un hombre de temperamento callado. Y es firme. No es fácil que cambie de opinión en algunos aspectos, pero acá el 70% de la gente le ha encontrado algo que no está bien, No sólo a Saiz, sino a todo el gobierno y me incluyo. Y bueno, hay que buscar eso.
- ¿Y usted, qué encuentra que no está bien?
- Tenemos que tener cuenta que estamos en el bloque radical. Hay que atender las buenas relaciones entre los gobiernos nacional y provincial, pero hasta ahí. Luego, creo que tenemos que reafirmar la situación financiera de la provincia y por lo tanto tenemos que abordar los principales reclamos de la sociedad: seguridad, salud, educación. Este es un gobierno que ha batido récord de obras, pero a la obra hay que humanizarla. A veces construir hospitales solos no basta.
- ¿Cómo se aborda la complejidad financiera con un ministro peleado con el gobernador?
- No hay pelea ni discusión. Para mí fue un hecho sin sustancial importancia.
- Llevan 20 días sin hablarse.
- Pero no llevan ahora 20 días sin hablarse. Nunca hay una conversación directa entre ministros y el gobernador salvo temas puntuales o reuniones de gabinete.
- El gobernador está esperando la renuncia de su sobrino...
- Yo nunca escuché eso, pero igual es un tema que no hablé con ninguno de los dos, porque me parece que no debo ser yo el que hable.
- Ellos sí.
- Ellos sí. Si es que están en esa situación, pero yo no creo.
- Pero el gobernador dijo que no le pareció neutro el anuncio del aguinaldo en cuotas...
- Son puntos de vista. Tampoco puede ser neutro para muchos que hayamos asumido responsabilidades provinciales en una elección nacional, pero bueno...
- ¿Y la política de alianzas? Mendioroz está cada vez más cerca de Odarda, se habla del Acuerdo Cívico y Social...
- Mendioroz y Odarda pueden hacer lo que les parezca, pero a mí no me parece que a dos años y medio, con todo lo que hay que hacer en un país y una provincia en crisis. No es lo correcto.
- ¿Usted cuándo va a tener candidato?
- Cuando aparezca, pero en este momento no quiero ni pensar en eso.
- ¿Qué no debe hacer la UCR si no quiere perder en el 2011?
- El radicalismo tiene que hacer radicalismo.
- ¿Por qué no lo hizo en el último tiempo?
- Hubo un gran culpable: la intervención. Fue un desacierto lamentable, porque destruyó al partido.
- ¿Y la gente va a votar a la UCR? ¿Se puede pensar todavía en una democracia de partidos? Le pregunto pensando en Reutemann, Juez, que ganaron sin las estructuras tradicionales.
- No van a llegar a ningún lado. Lo que nosotros no podemos permitir es que vuelva a producirse en la Nación una interna peronista para llegar al gobierno. El radicalismo tiene pertenencia en la gente y hay que lograr que nos vuelvan a votar. Y por otro lado, de una vez por todas tenemos que pensar en la juventud y transmitirle algo más que el interés en continuar en cargos.
- ¿Dónde va a estar en ese proceso?
- En el comité de Roca. Trabajando, como siempre, porque a esta altura en lo único que creo es en la militancia. Yo, si no hiciera política, se me terminaría la vida. Pero hay que estar con la gente. Ahora dicen que se viene el sistema moderno, internet... todo eso está bárbaro, pero cuando vos sabés transmitir el calor de la compañía a la gente, ellos no te rechazan. Puede no opinar como vos, puede no votarte, pero no te rechaza. Y hay que ser siempre igual. Cuando un político es diferente con cargo o sin cargo, no sirve. Se tiene que ir a su casa.
- ¿Se desilusionó muchas veces?
- Sí, un montón.
(Redacción Central)