CIUDAD DE MÉXICO (DPA) - Los capos del narcotráfico son en México como fantasmas. Casi siempre se desconoce su voz hasta que caen presos. El miércoles ocurrió algo insólito. Un supuesto jefe del cártel La Familia llamó a la televisión y propuso pactar con el gobierno, que obviamente rechazó de plano la sugerencia.
"Nosotros queremos mostrar cariño hacia nuestro pueblo", dijo el presunto Servando Gómez Martínez, conocido como "La Tuta". "Nosotros lo que queremos es paz y tranquilidad. Sabemos que somos un mal necesario (...) queremos llegar a un consenso, a un pacto nacional".
Si eran ciertas sus señas personales, algo que así parece por la rápida reacción de las autoridades, hablaba un líder de la alta jerarquía del cártel de La Familia, por quien se ofrecen 30 millones de pesos de recompensa desde marzo (2,2 millones de dólares).
"La Tuta" es hoy en uno de los narcotraficantes más buscados en México, como presunto orquestador de ataques que mataron a 17 policías en tres días desde el sábado. Según las autoridades, en reacción por la captura del jefe operativo de La Familia, Arnoldo Rueda Medina, "La Minsa". El conductor de programa "Voz y solución" de una televisora del estado de Michoacán, Marco Knapp, intercaló un par de preguntas en la entrevista, pero la conversación, solicitada por el propio capo, fue un cuasi-monólogo de Gómez Martínez.
No sólo expresó su respeto y admiración por el presidente Felipe Calderón y las Fuerzas Armadas, sino que aseguró que ellos, el cártel considerado uno de los más violentos de México, no son tan malos como se dice.
"Yo le pido a Dios, que es el único que quiero que me juzgue. Nunca voy a dejar que nadie me agarre en la Tierra y espero que Dios me de esa oportunidad", indicó.
La respuesta del gobierno fue pronta y contundente. La autoridad "no dialoga, no pacta ni negociará jamás" con organizaciones criminales, dijo el secretario (ministro) de Gobernación, Fernando Gómez Mont. "No cederemos jamás al chantaje". Servando Gómez terminó su entrevista con una bendición más propia de un predicador que de un narcotráficante. "Dios los bendiga a todos y que Dios nos de la oportunidad de durar un poquito más con vida, eso es todo".
La Familia, un cártel que se conoce desde 2006, ha librado una guerra feroz con el grupo de Los Zetas en el estado de Michoacán, del cual es oriundo Calderón. Su presentación en sociedad consistió en arrojar cinco cabezas ensangrentadas en una pista de baile y desde la captura de uno de sus líderes han asesinado a más de una decena de policías en el Estado. El Ejército continúa con los operativos.