TOULOUSE, Francia (AFP)- Los restos del avión de Air France que cumplía el vuelo Rio/París y que el 1 de junio cayó al Atlántico con 228 personas a bordo, llegaron ayer en la mañana al Centro de Pruebas Aeronáuticas de Toulouse (CEAT), suroeste de Francia, para ser analizados.
Los 640 trozos del aparato recuperados del mar, llegaron por barco desde Brasil hasta Pauillac, en el río Gironda, siguieron luego en una gabarra, para continuar finalmente por vía terrestre hasta Toulouse, según la Oficina de Investigaciones y Análisis francesa, responsable de la investigación técnica.
Los restos serán examinados en el CEAT, dependiente de la Dirección General para Armamento del ministerio francés de la Defensa, "bajo control de oficiales de la policía judicial de la gendarmería e investigadores de la BEA", según este último.
Fuentes de la gendarmería precisaron que la semana próxima se hará una selección de los restos para elegir aquellos cuyo "examen es el más pertinente". El CEAT es el principal centro europeo de pruebas en vuelo de aeronaves civiles y militares y trabaja regularmente en colaboración con la BEA en caso de accidente.
Es particularmente competente para las pruebas de fatiga y de resistencia de las estructuras (alas, tren de aterrizaje), como en lo referente a la resistencia a los rayos y a las ondas electromagnéticas. El trabajo de los expertos puede permitir localizar y explicar una ruptura en la estructura de un avión o su explosión. A principios del julio, los expertos de la BEA excluyeron la hipótesis de una desintegración en vuelo del Airbus A330 del vuelo AF447, pero sin poder determinar las causas del accidente.