NEUQUÉN (AN).- El MUN y Libres del Sur acusaron ayer al gobernador Jorge Sapag y al gremio que conduce el sindicalista Guillermo Pereyra de, en medio de la crisis por la caída de la producción y los despidos en el sector petrolero, hacer el juego que les marcan las empresas en vez de defender los intereses de la provincia y de los trabajadores.

Por el MUN, el diputado provincial Rodolfo Canini relacionó la crisis petrolera y las decisiones que han tomado las operadoras hidrocarburíferas, con despidos y suspensiones, con el no pago de los aguinaldos a los empleados estatales de parte del gobierno provincial.

"Sapag, al igual que las petroleras, tiene de rehenes a los empleados públicos", afirmó. También dijo que, en lugar de viajar a Buenos Aires para pedirle a la presidenta Cristina Fernández un aumento del precio del gas en boca de pozo, Sapag "debería pedir un aumento de las regalías, como es en otras partes del mundo, y que no se regale como sucede en la Argentina".

En tanto, por Libres del Sur, los dirigentes Jesús Escobar y Paula Sánchez (diputada provincial) opinaron que "la situación generada por las empresas es una clara desestabilización económica y social", producto de "la especulación" y "en la condescendencia que ha tenido con ellas el gobierno de Jorge Sapag".