LAGO PUELO (AEB).- Dos efectivos de la Policía y una vecina terminaron ayer en el hospital de Lago Puelo con heridas de distinta consideración como consecuencia de un accidente automovilístico.

El siniestro, que ocurrió alrededor de las 10 sobre la Ruta 16, a la altura del paraje Entre Ríos, habría sido causado por la presencia de hielo sobre la calzada, que le jugó una muy mala pasada a los tres vehículos que se vieron involucrados en la misma seguidilla de accidentes.

Según informaron las fuentes policiales, los hechos se desencadenaron de una manera por demás fortuita. Primero se despistó un Renault 18 que terminó impactando contra el cartel de una cervecería artesanal ubicada a pocos metros de la Escuela 109. Ese vehículo quedó encajado entre un alambrado y un mosquetal y pese a la gravedad del despiste no dejó lesionados.

El dueño del establecimiento "Vikinga" escuchó el ruido y atinó enseguida a llamar a la policía de la villa turística chubutense.

Luego, cuando llegó el patrullero con dos efectivos, y mientras un oficial intentaba llamar a la ambulancia para auxiliar al tripulante del primer vehículo siniestrado, una mujer que circulaba a bordo de un Ford Fiesta advirtió el accidente y "tocó" los frenos para disminuir la velocidad, sin advertir que el hielo sobre la cinta asfáltica desencadenaría un nuevo choque. La maniobra de la conductora ocasionó que el rodado comenzara a dar trompos sobre el pavimento hasta que se estrelló de costado contra el VW Gol de la comisaría de Lago Puelo.

La fuerza del impacto hizo que el patrullero se desplazara contra un poste y quedara con la trompa totalmente destruida, mientras que sus tripulantes -identificados como Hugo Avilés y Rodrigo Lacane-, sufrieron golpes que motivaron su traslado a la guardia hospitalaria para que reciban las primeras curaciones. La mujer, Paola Salguero, también fue derivada al centro sanitario, aunque su estado no revestía mayor complejidad.

Todas las rutas de la Comarca Andina fueron afectadas ayer por la fuerte helada y los despistes fueron una constante hasta cerca del mediodía, cuando finalmente salió el sol.