Jueves 16 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Sociedad
Rescatan parte de un tesoro hundido en costas argentinas
Según los propietarios de la carga del Polar Mist, en las bodegas del barco se transportaban 22 millones de dólares en oro no refinado y plata que fueron a parar a unos 80 m bajo el mar.

BUENOS AIRES (AP).- Cuando el viento dejó de azotar y las olas se aquietaron, rescatistas se lanzaron al fondo del mar para encontrar lo que buscaban: un tesoro oculto en las entrañas de un pesquero que se hundió en forma llamativa en enero pasado, a unos 40 km de la costa sur argentina.

Los buzos extrajeron casi una tonelada de oro no refinado y plata y luego suspendieron el trabajo porque el mar volvió a embravecerse, dijo un vocero de Prefectura de Río Gallegos, que tiene jurisdicción sobre el caso. Se estima que el total de lo hundido es de 9,5 toneladas y se ignora si toda la carga se encuentra en el barco. "No es una tarea fácil porque los buzos se sumergen y tienen muy poco tiempo para trabajar´´, agregó la fuente un día después del comienzo del rescate, y que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a referirse al tema.

"Es una zona de mucho viento y olas grandes´´, agregó telefónicamente desde Río Gallegos. El vocero dijo que hasta que no se completen los trabajos y se rescate el último lingote, no puede decirse si falta algo del cargamento. Además, el tiempo que demanden los trabajos dependerá de las condiciones climáticas.

Una veintena de buzos, con la ayuda de un robot submarino que se usa para iluminar la zona del naufragio, estaba ayer a la espera de que renaciese la calma en el lugar donde el 18 de enero se hundió el Polar Mist, con una carga valuada en 21,5 millones de dólares.

Dos días antes, las ocho personas a bordo del barco de bandera chilena pidieron ayuda por radio en medio de una tormenta y fueron rescatados desde un helicóptero y puestos a salvo. Y 48 horas después un remolcador chileno se topó con un barco a la deriva y sin tripulación. Y mientras lo remolcaba a tierra firme el Polar Mist se hundió imprevistamente, cerca de la boca del Estrecho de Magallanes. Parecía un accidente más en el medio del mar, hasta que salió a la luz que el pesquero no transportaba pescados ni mariscos, sino algo de muchísimo más valor.

A la prensa argentina y expertos marítimos les llamó la atención el por qué los tripulantes abandonaron la embarcación cuando habría sido más seguro quedarse a bordo, por qué dejaron el motor encendido -lo que hizo que el Polar Mist quedara girando en círculos- y, sobre todo, por qué un pequeño buque pescador construido en 1979 era usado para transportar esa valiosa carga.

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