NEUQUÉN (AN).- Las dos tomas del barrio San Lorenzo están rodeadas por la policía que decidió no desalojarlos debido a la presencia de mujeres embarazadas y niños. Los usurpadores aguardan una respuesta del municipio.

La toma más importante se instaló frente al club San Lorenzo en un predio de una hectárea que fue subdividido por los tomadores en tres manzanas de catorce viviendas cada una. Se trata de un grupo de 47 familias en su mayoría con residencia en el sector Quimey del barrio San Lorenzo Norte que decidieron tomar el predio ante la falta de una solución habitacional y frente al temor latente de que gente de otros barrios lo tomen.

La otra toma, frente a la laguna sur de esta barriada, es un pequeño predio de 35 por 45 metros en el que se asentaron 12 familias en carpas con el mismo argumento, tomar por necesidad y para que otros no les ganen de mano.

El titular del Juzgado de Instrucción 2 libró las respectivas orden de desalojo después de que un funcionario municipal radicará las denuncias por usurpación en la Comisaría 16ª.

El comisario inspector Antonio Andrade notificó e intimó a los tomadores y les puso como plazo las 10 de ayer, hora en la cual la policía no cumplió con la orden de desalojo entendiendo que "hay niños y mujeres, algunas embarazadas, por lo que decido incumplir con al orden judicial en pos de la integridad de las personas", explicó el uniformado.

Aprovechando esta decisión de la policía, los usurpadores reiteraron su demanda: "queremos que nos ayuden a tener un terreno digno para levantarnos la casa", dijo Wálter Salustio, vocero de los usurpadores.

Los jóvenes usurpadores quisieron despegarse de los rumores que atan la toma a cuestiones políticas, vinculadas con las próximas elecciones municipales del 23 de agosto, por lo que aseveraron que "esto no tiene nada de político, somos vecinos del barrio y nos vamos a quedar hasta que nos den una solución concreta".

Para los tomadores la solución concreta es que el municipio firme actas de compromiso en las cuales les ceda terrenos ya sea en el barrio o en la zona de la meseta. De concretarse dicho compromiso los jóvenes afirman que levantan todo y se van.