Enfático y a solo minutos de haber abandonado la mesa de negociación con la cámara empresarial en Buenos Aires, Guillermo Pereyra aseguró a “Río Negro”, que “después de 25 años de dirigencia sindical, no pienso negociar una salida a éste conflicto con la cabeza de ningún trabajador petrolero”.

El líder sindical del gremio petrolero, se reunió con las empresas productoras para intentar un último acercamiento de las partes y suavizar el conflicto de las áreas hidrocarburíferas. Sin embargo, las compañías habrían pedido comprometer la masa laboral actual, para poder seguir perforando.

La posibilidad de despedir una gran cantidad de trabajadores del petróleo para reactivar la actividad en Neuquén, Río Negro y La Pampa, fue rechazada de plano por Pereyra quien además anunció su pronto regreso a Neuquén para organizar una masiva asamblea de 20.000 trabajadores y ejercer presión a las compañías.

Consultado si el paro con afectación a la producción se extenderá más allá de las 48 horas programadas, Pereyra dijo que “eso se resolverá un asamblea”.

La posibilidad de cortar el suministro de gas a las grandes urbes, es una posibilidad latente.