TEHERÁN (AFP).- Trece miembros del grupo rebelde sunnita Jundalá (Soldados de Alá) fueron ejecutados ayer en la prisión de Zahedan, en la provincia de Sistán y Baluchistán (sudeste de Irán), anunciaron las autoridades iraníes.

"Trece miembros del grupo terrorista dirigido por (Abdolmalek) Rigui han sido ahorcados esta mañana", declaró el encargado de la justicia en la provincia, Ebrahim Hamidi, citado por la agencia oficial IRNA.

"Tras consultas con algunos responsables, se decidió organizar los ahorcamientos en la prisión de Zahedan y la ejecución de Abdolhamid Righi (hermano del líder de Jundalá) se aplazó a los próximos días", añadió.

Las autoridades iraníes anunciaron el lunes que 14 miembros del grupo, entre ellos Abdolhamid Righi, serían ahorcados públicamente. Teherán acusa a esta organización sunnita de haber perpetrado en los últimos años numerosos atentados y acciones armadas, entre ellas el atentado suicida del 28 de mayo que provocó 25 muertos en una mezquita chiíta de Zahedan.

Amnistía Internacional exhortó a las autoridades iraníes a no llevar a cabo las ejecuciones. La población iraní, unos 70 millones de habitantes, está compuesta al 90% por chiítas, pero la provincia de Sistán y Baluchistán, situada en la frontera con Pakistán y Afganistán, alberga una fuerte minoría sunita.