Miércoles 15 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 42 > Cultura y Espectaculos
Cuando el reggae se vuelve local
La banda neuquina La Estafa Dub tocará el sábado en La Conrado Centro Cultural. Grabarán un CD y filmarán en vivo en compañía de otros músicos.

NEUQUÉN (AN).- Tocar y cantar reggae de la más pura vertiente roots, unido a otros ritmos de forma experimental, se volvió un goce urbano de la mano de La Estafa Dub, conocida en el ambiente hace ocho meses como una banda que combina sonoridades de grandes (algunos poco conocidos) como Rico Rodríguez, Bob Marley, Duke Ellington, The Slackers, Pink Floyd, Metálica, y otros más.

El nombre de la agrupación, que empezó como un chiste, parece el mejor para identificar a un grupo de amigos de distintas fuentes musicales (algunos tocan en Another Freak, otros en Ruido Explícito) decididos a derribar límites entre los géneros.

En cualquiera de sus versiones del dub clásico o en temas propios, la guitarra y voz de Juan Fort, el bajo de Luis Ferri, la guitarra de Gerardo Armada, la trompeta de Víctor Barria, el trombón de Mariano González, la batería de Héctor Navarro, la percusión de Spike y los teclados de Lisandro Parada, harán mover el cuerpo en un río sonoro de lo más parecido al reggae jamaiquino de los orígenes. Eso sí, un poco más urbano, teñido con el color local de una banda que no es rastafari ni vive en Jamaica.

"La Estafa Dub no suena como el reggae nacional que se escucha mucho ahora, con muchos arreglos, mucho más trabajado. Nuestro estilo tira más a roots, al reggae más original. Naturalmente se da que los temas que hacemos tienen un estilo más sencillo y a la vez más urbano porque vivimos en una ciudad y estamos con las tecnologías todo el tiempo ", explica Juan Fort a sólo cuatro días de tocar en La Conrado Centro Cultural, como parte del ciclo de conciertos organizados por la AMI.

En la sala de Yrigoyen 138, el sábado a las 23, el octeto ofrecerá una producción especial de 19 temas que serán grabados y filmados en vivo. Para semejante empresa invitaron a algunos cómplices y amigos, entre ellos, la guitarra de Fox Colona, la voz de Angélica Torres, el Chino y Ras Luca, el teclado de Víctor Zuccoli, la flauta traversa de Nora Revez, la trompeta de Amadeo Bonaiuto y el trombón de Sebastián Romero.

"Surgió la posibilidad -cuentan- de grabar y filmar en vivo para tener un registro. Siempre dentro de nuestras posibilidades, desde la autogestión". De paso, dan la oportunidad a los seguidores de alentar sin culpas, con la energía del vivo, para que todo quede registrado.

Entre sus búsquedas los músicos centran sus preferencias en el dub ("un subgénero del reggae del que no se conocen grupos, sino productores que experimentan o juegan con efectos", dijo Navarro) y arman un repertorio de temas, la mayoría instrumentales, sin preocuparles lo que dicen las letras o el mensaje hablado. Esta hibridación es bien aceptada desde sus inicios en el circuito de bares neuquino por donde se mueve la banda. Claro que los chicos reconocen que la movida no es fácil y reclaman por espacios culturales gestionados por el Estado.

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