SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Agentes de la comisaría Segunda del Centro Cívico de Bariloche identificaron y capturaron el lunes por la tarde a Gerardo Omar Andrade, un hombre de 33 años que estaba en condición de prófugo desde hacía un mes y medio. Para salir de la cárcel local, donde cumplía una condena criminal por robo calificado por el uso de armas, el sujeto aprovechó el régimen de salidas transitorias y nunca regresó.
Andrade gozaba del mismo beneficio hace casi dos años, cuando lo detuvieron por su presunta participación en un asalto, y ya cumplió otras condenas por delitos graves, entre ellas una por un homicidio que cometió cuando tenía apenas 19 años.
El delincuente fue sorprendido por los uniformados cuando se encontraba en la intersección de Onelli y Vicealmirante O´Connor, cerca del centro de la ciudad. No ofreció resistencia cuando lo intimaron a entregarse.
Según explicaron, en este caso su condición de prófugo no agravará la situación judicial del delincuente, porque para abandonar la cárcel no ejerció violencia sobre las personas o las cosas. De todas formas, ahora deberá cumplir el resto de la pena que le queda de manera efectiva, porque violó el régimen de confianza con el que había sido favorecido para salir en forma anticipada.
Según los registros, Andrade se inició en el delito siendo muy joven y de la peor manera, porque cuando tenía 19 años una madrugada, en compañía de un menor de edad, mató a puñaladas a un joven padre de familia que concurría a su trabajo en bicicleta. Cuando pasó con su rodado junto a ellos le pidieron cigarrillos, que es una forma de provocación muy usual para los delincuentes, y cuando el muchacho le respondió que no fumaba lo persiguieron hasta el semáforo ubicado en la avenida Doce de Octubre. Al darle alcance lo derribaron a cintazos y lo apuñalaron hasta quitarle la vida.
El prófugo recapturado esta semana estaba cumpliendo los once años de prisión que le impusieron por ese crimen cundo la Justicia barilochense le concedió un régimen de salidas transitorias, el cual aprovechó para no regresar otra vez a la cárcel.
A poco de haber recuperado la libertad lo detuvieron por amenazar con un arma de fuego a un vecino, y otros internos lo apuñalaron en su celda cuando volvió a la cárcel.
El 15 de setiembre de 2007 lo detuvieron después del asalto a un quiosco, en posesión de un arma y del dinero sustraído al comerciante, pero pese a sus reincidencias en el delito, un permisivo tribunal posibilitó que volviera a gozar de una libertad anticipada, que nuevamente violó.