SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- La policía investiga la aparición de un cuerpo sin cabeza y con otras mutilaciones en el paraje rural Puente Blanco, aunque se trataría de la muerte natural de un anciano que, por efecto de los perros carroñeros, terminó por convertirse en un macabro cuadro.
El hallazgo se produjo el fin de semana, pero trascendió ayer conforme las actuaciones para realizar la autopsia, con el traslado de la víctima a la capital provincial. Sin embargo y según los primeros trascendidos recogidos por este diario, se trataría de un octogenario domiciliado en ese paraje ubicado al pie del cerro Chapelco que faltaba de su hogar desde tres días antes.
Si bien aún restan actuaciones para concluir la identificación positiva, los investigadores estiman que la persona en cuestión tenía antecedentes de alcoholismo e hipertensión, y no era la primera vez que se ausentaba por varios días.
Agentes de la céntrica Comisaría 23 de San Martín de los Andes dieron con el cuerpo, luego del llamado de una vecina cuyo sobrino fue el primero en avistar los restos. El cuerpo estaba en parte sumergido en posición cúbito ventral en sector del arroyo Quitrihue, que baja de los faldeos y corre por Puente Blanco. Se hallaba a unos 50 metros del puente que da el nombre al paraje.
Como se apuntó, el cadáver carecía de cabeza, pero también le faltaba un brazo y exhibía el desprendimiento parcial de otros miembros y terribles heridas en el tronco. Según confiaron fuentes consultadas, los bordes de las heridas, incluyendo la que presentaba a la altura del cuello, eran propios de desgarramientos compatibles con los que producirían los animales carroñeros. Conviene recordar que ya hubo un antecedente similar en Puente Blanco, hace poco más de tres años, también por la muerte natural de un anciano a pocos metros de su vivienda rural, y cuya cabeza fue desgarrada por perros.
El cuerpo no presentaba otros signos de violencia que pudieran ser interpretados como producto de la acción de terceras personas. Aún así, como es de rigor, se ordenó la necropsia, cuyos resultados se aguardaban ayer.
En el sitio fueron encontradas partes de las prendas y un sombrero. Las primeras hipótesis señalan que el hombre pudiera haber caído accidentalmente a las aguas o incluso haberse precipitado ya fallecido, siendo luego arrastrado por la corriente.
