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Tambalean las alianzas de Lula | ||
La crisis del Congreso brasileño cumple seis meses | ||
BRASILIA (AFP)- El Senado brasileño cumple seis meses de una mega crisis que tiene como epicentro los desmanes con dinero público y a su titular, José Sarney, considerado aliado clave del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. El "gansterismo se ha expandido por el Legislativo brasileño", denunció la ONG Transparencia Brasil, al reclamar una acción contundente de la Fiscalía y del Tribunal de Cuentas. El Senado entrará en el receso de invierno al final de esta semana con la crisis en su momento álgido, después de que la Fiscalía ordenara una pesquisa policial sobre centenares de decisiones secretas adoptadas por la Cámara alta en el último decenio y tras revelarse que una donación de la estatal Petrobras fue a parar a firmas vinculadas a la familia Sarney. Se trata de unos 650.000 dólares que la petrolera afirma haber dado a la Fundación Sarney, pero que según el diario O Estado fueron a un proyecto cultural que "nunca salió del papel". En ese contexto, el Parlamento instalará el martes una comisión para investigar a Petrobras. Desde inicios de año se han sucedido las denuncias sobre uso irreverente de dineros públicos por parte de legisladores: millones gastados en pasajes aéreos para familiares, novias y allegados políticos; empleadas domésticas contratadas con dinero del Congreso y los cientos de decisiones secretas, algunas para nombramientos que favorecieron a familiares de Sarney. "Como un universo paralelo al Estado de derecho", calificó la senadora oficialista Marina Silva al aparente esquema de funcionamiento de la Cámara. "El Senado era un club de señores, y Sarney, que lo presidió tres veces desde 1995, se ve como un representante de esas prácticas de dar cargos a familiares y de una permisividad que hoy no se admiten", estimó el analista Carlos Lopes, de la consultora SantaFeIdeias. Ex presidente de Brasil (1985-1990), Sarney, de 79 años, es un histórico líder del Partido de Movimiento Democrático (PMDB, clave en la coalición de gobierno), que se ha convertido en el epicentro de la crisis: la oposición y algunos aliados, inclusive del gobernante Partido de los Trabajadores , quieren derrumbarlo, pero cuenta con el incondicional apoyo del presidente Lula. | ||
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