El obispo de San Isidro y titular de la Pastoral Social, Jorge Casaretto, reiteró hoy que la Iglesia "no coincide" con la cifra de la pobreza difundida por el Gobierno, de 15,3 por ciento en marzo, y reiteró que, para esa institución, ronda "treinta y pico" el porcentaje de pobres en el país.
Casaretto, vocero de la Iglesia en temas sociales, señaló a radio Continental que "no coincidimos" con los números oficiales. Al respecto, precisó que "a la indigencia la tenemos en 11 por ciento, y a la pobreza en treinta y pico por ciento", según estimaciones que realizan de acuerdo a la asistencia a las parroquias distribuidas en el país.
Casaretto, además, instó a que la pobreza "sea el tema fundamental del diálogo" convocado por la presidenta Cristina Kirchner la semana última. "Sería una maravilla, en el Bicentenario, que el gran objetivo sea un país sin excluidos, con una pobreza muy reducida", expresó el religioso.
El obispo reclamó que "algunas normas que hay que tomar ya" contra la exclusión social, y citó propuestas de "algunos partidos políticos y organizaciones sindicales". Incluso, destacó la propuesta de "un salario familiar a todos aquellos que no tienen un ingreso oficial" y recordó que "la CTA tiene un plan universal, pensado al igual que la Coalición Cívica".
Por otra parte, reiteró que desde la Iglesia "estamos claramente opuestos al juego, que es un gran peligro para los pobres", ya que "en las parroquias está lleno de gente que concurre a Jugadores Anónimos". "Nosotros vemos las consecuencias del juego. Es es más o menos aceptable en las zonas turísticas, pero ahora están en todos los lugares.
La verdad es que son maquinitas de tragavidas", aseveró el religioso. También aseveró que "del juego no tenemos que recibir nada", y recordó que "nos ofrecieron que Cáritas recibiera, hace mucho tiempo", un porcentaje de lo recaudado por las casas de juego. Actualmente, según se estima, localidades bonaerenses que incorporaron los denominados "bingos" reciben una fuerte financiación desde esta actividad.
DYN
