Buenos Aires (Télam).- A tono con la agenda de estos días acaba de irrumpir en las librerías "Gripe mortal", una novela del escritor Pablo Caralps que plantea el pánico de una sociedad a partir de la aparición de un virus provocado por una compañía farmacéutica que intenta sacar provecho de la situación. Este español decidió escribir en 2007 una historia basada en una hipótesis audaz: ¿qué pasaría si un laboratorio lanzara un virus mortal para intentar salvar sus finanzas con la distribución de una vacuna destinada a combatirlo?
Dos años después, la llegada de la gripe A en la Argentina, una pandemia que ha dejado cientos de víctimas fatales en todo el mundo, ha obligado a extender el período de las vacaciones invernales y a aumentar las medidas preventivas en la población. "Cuando vi las primeras noticias sobre la aparición del virus en México quedé shockeado. Fue impresionante -destaca Caralps en diálogo telefónico desde Barcelona-. Por un momento pensé que la ficción se había adelantado a la realidad aunque soy de los que piensan que la realidad siempre supera a la ficción".
"En realidad, el libro tenía ya pautada su publicación con la editorial, pero con la expansión del virus decidieron adelantar el lanzamiento -explica-. Tengo una sensación ambivalente al respecto: por un lado estoy contento con la edición, pero por el otro no puedo dejar de pensar en que el disparador es una circunstancia desafortunada".
En "Gripe mortal", recién editado por el sello Planeta, el escritor cuenta la historia de un laboratorio farmacéutico que urde una temeraria estrategia para salvar sus finanzas: robarse de un laboratorio ubicado en Atlanta una cepa del virus de la gripe española que en 1918 cobró la vida de cerca de 50 millones de personas y expandirlo por el mundo. De esta manera, la compañía podría elaborar una vacuna y dos antigripales con los que no sólo curarían muchas vidas sino que se aseguraría un ingreso millonario. Un argumento que ha recorrido con distintos ingredientes el auge de una literatura centrada en poner de relieve los posibles males que acechan en un futuro inmediato.
"Gripe mortal" es la segunda novela del escritor, nacido en Barcelona en 1971 y doctorado en dos escuelas de negocios. Antes publicó "Lo que la ciudad esconde", un thriller policial que tiene como escenario los diseños del arquitecto catalán Antoni Gaudí.
Caralps aprovecha la excusa argumental del virus para abordar por un lado cómo el miedo se transforma en herramienta de dominación por parte del poder y por el otro para cuestionar a una sociedad que evalúa como "excesivamente egoísta e individualista".
"Mi idea fue hacer una crítica a la sociedad actual, a la globalización, al sistema económico actual, a la ambición de ciertas empresas y, en concreto, al sistema farmacéutico mundial, que en la mayoría de los casos sólo genera nuevos medicamentos para el mundo desarrollado y se olvida de los países más necesitados porque no son rentables", señala el escritor.
¿En qué medida este individualismo que según describe Caralps mina los lazos sociales moldea la manera de comportarse frente a una pandemia como la actual? "Creo que afecta en dos planos, el del virus propiamente dicho y el que tiene que ver con el desarrollo de la crisis económica que se está viviendo en el mundo", opina.
"Cuando hay una situación crítica global, a veces nos volvemos más solidarios, pero eso todavía no se detecta en España, que fue uno de los primeros países después de México donde empezó a haber contagio -precisa-. Las primeras semanas hubo mucha psicosis, pero ahora nos hemos ido acostumbrado a las noticias y eso ha generado cierta indiferencia". A partir de la temática de la gripe, la novela reactualiza también las vinculaciones entre ficción y realidad, y demuestra cómo la literatura -montada sobre una mentira "consensuada"- puede anticipar e instalar cuestiones centrales en una sociedad.
"Dicen que la realidad supera la ficción, y la reciente epidemia de gripe, o la anterior de gripe aviar, o el mal de la vaca loca, nos recuerdan que vivimos amenazados por cuestiones que ya son siempre globales, como la crisis económica, el terrorismo, y otras desgracias de tal magnitud, que nos desconciertan y cuya comprensión se nos escapa", reflexiona el escritor en el prólogo.
"En nuestra mente siempre está la duda sobre si nos dicen la verdad o lo que queremos oír... En muchos casos nos hemos preguntado qué hay de cierto en las cosas que pasan en el mundo y cuáles son los verdaderos intereses detrás de decisiones más o menos transcendentales", asegura Caralps.
"Pienso que la novela puede servir para estar atentos respecto a la dependencia que tenemos de la industria farmacéutica y plantear cómo esto nos puede jugar en contra", analiza.
Sobre el final, Caralps arriesga un deseo: "Me gustaría que la dependencia fuera mutua y que los grandes laboratorios se sintieran obligados a invertir más en países subdesarrollados, en investigar una vacuna contra la malaria, por ejemplo".
