Un efectivo de la Policía Federal fue asesinado a balazos antenoche, al intentar detener a dos delincuentes que acababan de robar en una parrilla del barrio porteño de Caballito. Marcelo De Bernardi, de 38 años, se desempeñaba como agente de la comisaría Décima y, según testigos, no alcanzó a defenderse con su arma reglamentaria porque fue "rematado a sangre fría".
Ocurrió alrededor de las 22 del sábado en una zona caracterizada por la cantidad de bares y restaurantes.
Los dos delincuentes se movilizaban en una motocicleta, que aparentemente era robada, e irrumpieron con fines de robo a uno de los locales. En el momento había varios comensales y los sujetos amenazaron tanto a clientes como a empleados, exigiendo la entrega de dinero en efectivo y de todos los objetos de valor que tuvieran las víctimas en su poder.
"Estaban desvalijando a los clientes y cuando una pareja quiso entrar, la moza le hizo señas y así le avisaron al policía que estaba de consigna en la zona", relató un testigo. Al ser alertado del hecho, De Bernardi se acercó a la parrilla para intentar detener a los delincuentes. El policía les impartió la voz de alto pero lejos de acatar, uno de los asaltantes, que ya había concretado el robo y se encontraba en la vereda, comenzó a dispararle a quemarropa.
La víctima cayó con el primer disparo y después "lo remataron en el piso de unos cuatro balazos más", señaló un canillita que presenció todo lo ocurrido. Tras los disparos, los delincuentes huyeron por separado, dejando al policía agonizando en la calle. El oficial murió horas más tarde en un nosocomio. (Télam)