URUMQI, China- Las autoridades prohibieron las reuniones públicas en Urumqi ayer, día de duelo de la comunidad, una semana después de los disturbios interétnicos que dejaron al menos 184 muertos y 1.680 heridos en la capital de la región de Xinjiang, en el noroeste de China.
Una explosión por la mañana en la fábrica química más importante de la capital de la región autónoma de Xinjiang no dejó víctimas pero provocó alarma, antes de que la dirección del establecimiento asegurara que el estallido había sido accidental.
"Hemos descartado cualquier acto terrorista", declaró el vicedirector de la empresa, Liu Jiyuan, interrogado sobre las posibles causas de la explosión, ocurrida en el tanque de petróleo de una fábrica de China National Petroleum Corporation, el grupo más importante del sector energético en China.
La policía de Urumqi anunció en la noche del sábado que las concentraciones, desfiles o manifestaciones quedaban prohibidas en esa ciudad de 2,3 millones de habitantes. En el anuncio, publicado por la agencia China Nueva, dijeron que "controlaban la situación" y que "las reuniones, las marchas o las manifestaciones en las calles o al aire libre no serán autorizadas sin permiso de la policía. Ésta dispersará las concentraciones ilegales conforme a la ley y está habilitada para tomar las medidas necesarias si la muchedumbre se niega a dispersarse", advierte el texto.
Una semana exactamente después de los disturbios, representan 8 días de duelo para los hanes, la etnia mayoritaria en China. Esa comunidad debe honrar la memoria de los difuntos en los sucesos de Urumqi en una ceremonia organizada con las familias de las víctimas. (AFP)