El intendente de Río Colorado Juan Alfonso Villalba se siente sumamente optimista tras el resultado de las elecciones en esta localidad en la cual el candidato oficialista Hugo Castañón obtuvo el triunfo, siendo Río Colorado una de las pocas de la provincia en que el radicalismo se impuso con comodidad.

Allegados al jefe comunal comentaban por lo bajo que a pesar de que el candidato no era conocido en esta zona, la diferencia de unos ochocientos votos a su favor habla a las claras de la aceptación por parte del electorado a la figura del Ejecutivo comunal.

Villalba está convencido que el resultado del domingo pasado fue un plebiscito hacia su gestión de gobierno y por lo tanto considera que ha instalado su propio poder dentro de la comunidad, lo que lo anima a presentarse por tercera vez en el 2011 como candidato a intendente.

El argumento que se esgrime en sus inmediatos seguidores se basa en la intención de continuar por cuatro años más a fin de dejar finiquitados todos los proyectos que se hallan en carpeta y algunos que están en estudio.

En ese sentido, la Carta Orgánica Municipal no establece restricción alguna en cuanto a la reelección de los intendentes, según el artículo 26 con el título Elección y Duración, establece textualmente que "los miembros de los tres poderes serán elegidos en forma directa por el voto popular y durarán cuatro años en sus cargos, pudiendo ser reelectos".

Hasta aquí todo parece indicar que las normas vigentes avalan su aspiración. Pero claro, todavía falta mucho tiempo para el 2011 y seguramente mucha agua pasará debajo del puente.

Hay que tener presente que el Ejecutivo comunal no cuenta con el total apoyo de los radicales, según se viene visualizando y dentro de sus correligionarios hay un amplio sector que apunta hacia otro lado. Especialmente los llamados blancos, cuya cara más visible son los hermanos Machado, el presidente del Concejo Deliberante Martínez Iturmendi, la legisladora Graciela Grill, Sebastián Sánchez y el presidente del comité local Luis Olivera, entre otros, de los cuales algunos de ellos sueñan con llegar a la intendencia.

Es sabido que en localidades chicas las versiones y comentarios que se hacen en un local cerrado ganan rápidamente la calle y por lo tanto, es materia fácil de captar.

Sin embargo hay que tener presente que muchas veces se hacen este tipo de maniobras con el fin de rescatar lo válido a partir de las opiniones que se escuchan y de esa manera elaborar un plan con miras a un futuro.

Villalba es consciente que hoy no cuenta con el apoyo expreso de todos los dirigentes radicales del comité local e íntimamente sabe que en ciertos casos sólo a través de una interna puede llegar a dirimir esta cuestión. Seguramente deberá estar preparado para en determinado momento, decidir si acepta consensuar y resignar espacios para evitar una compulsa interna o jugar todo a una interna.

Vale mencionar que su poder hacia afuera lo logró -además de su trabajo y los resultados de sus gestiones- a partir de la incorporación a su gabinete de algunos extrapartidarios que a esta altura están comprometidos con el jefe comunal y colaboran para ampliar la base popular de su proyecto.

Sin embargo , en ese sentido, Villalba ha recibido una serie de reclamos por parte de radicales, quienes no aceptan tal incorporación y eso agudiza más aún las diferencias con sus pares. Sólo el tiempo dictará cuáles serán los próximos pasos a seguir por parte del jefe comunal, quien acaba de ganar una elección importante, pero a pesar de ello, no le faltan problemas de orden político.

ALBERTO TANOS

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