CIPOLLETTI (AC).- La información se mantuvo en reserva. Primero para garantizar las detenciones y luego los procesamientos. Recién ayer se informó que hay tres jóvenes involucrados en el crimen de Eduardo Mello, el joven de Cipolletti que fue ultimado el 22 de enero de este año cuando aparentemente quisieron robarle la moto. Uno de ellos, es menor de edad.

La novedad la dio a conocer ayer Jorge Mello, padre de la víctima, y luego fue confirmada por fuentes del juzgado de instrucción 2, donde se instruye la causa.

Fue el aporte de testigos clave el que permitió llegar a los nombres de los presuntos autores. Se trata de dos jóvenes de unos 20 años y un adolescente de 17, todos oriundos del barrio Anai Mapu de Cipolletti.

Se cree que la noche del 22 de enero los tres estaban en el sector conocido como la curva del barrio Anai Mapu -por la continuación de la avenida circunvalación Juan Domingo Perón- cuando pasó Mello rumbo a su casa del barrio rural Santa Elena. Iba en una moto Gilera, que había comprado en 2008 gracias a su trabajo y que aún estaba pagando. Presumen que en esa circunstancia el muchacho fue víctima de un asalto y recibió un disparo en la cabeza. Murió poco antes de llegar al hospital.

Los presuntos autores "no eran amigos, pero conocían a mi hijo", reveló el padre. Por eso habrían huido sin siquiera llevarse la moto.

La hipótesis de una tentativa de robo fue la que cobró más fuerza desde las primeras horas, aunque todo era muy incierto en la investigación.

En la escena del crimen no había, según indicaron por entonces, rastros contundentes para llegar a identificar a los autores del homicidio.

Sin embargo ayer se supo que algunos testigos "aportaron datos concretos" para avanzar en la investigación y permitieron dar un vuelco en la causa. "Yo pedí especialmente que se manejara con mucha reserva", comentó Mello. Fue así como hace alrededor de un mes se concretaron las detenciones y luego llegaron los procesamientos.

"El caso ya está casi resuelto", mencionó Mello, tras destacar el trabajo realizado por la fiscal Silvana García y la jueza María del Carmen García García. No quiso revelar las identidades de los imputados y aseguró que todavía "no encontraron el arma".

"Esto le podría haber pasado a cualquiera. Lamentablemente me pasó a mí", mencionó el padre de la víctima poco antes de que se inaugurara un centro comunitario en Santa Elena que lleva el nombre de Eduardo Mello.

El hombre dijo que no pudo constituirse en querellante porque entre los sospechosos se encuentra un menor de edad.