Domingo 12 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 50 > Deportes
Fue un doble de riesgo y la serie se define hoy
La dupla Acasuso- Mayer sucumbió ante los checos. Vázquez decidió guardar a Del Potro para el single.

El efecto distracción planeado por Modesto Vázquez funcionó. El capitán argentino hizo creer a todos que Juan Martín Del Potro jugaría el doble junto a Leonardo Mayer. Ante este cuadro, el equipo checo no quiso correr riesgos y mandó a la cancha a sus dos "peso pesados": Tomas Berdych y Radek Stepanek. La jugada de Tito daba resultado: desgastar a los dos singlistas rivales para la tercera jornada a disputarse hoy. Pero el plan no fue cien por ciento exitoso.

En la cancha, José Acasuso y Mayer, el binomio que en definitiva salió a jugar el tercer punto, perdió por 6-1, 6-4 y 6-3 ante los checos, que no llegarán hoy tan exhaustos como hubiera querido Vázquez. Ahora la Argentina mira nuevamente desde abajo la serie por cuartos de final de la Copa Davis.

La rápida cancha sintética montada en el Cez Arena de Ostrava fue un terreno inaccesible para la pareja argentina. Si bien no era descabellado pensar en una derrota en este punto de dobles por la fortaleza de la pareja rival, las circunstancias que se dieron en el tercer set daban para ilusionarse con al menos llevar el partido a cuatro o cinco parciales y dar batalla hasta el final.

Ese era el plan completo del capitán argentino, apostar a un juego de largo aliento. Vázquez era consciente que el doble era el punto más endeble de la serie, como históricamente ha pasado con la Argentina en la Davis, pero la caída en sets corridos de la dupla albiceleste, escapó de los cálculos previos.

El rendimiento de la dupla argentina fue de menor a mayor, pese a que en el primer y segundo parcial cayó sin atenuantes ante la sólida, precisa y contundente pareja checa.

Pero en el tercero, la Argentina quebró rápidamente el saque rival y mantuvo la ventaja hasta el fatídico cuarto juego en el que un fallo arbitral erróneo dejó a Acasuso sin un legítimo ace y, en la cumbre del rendimiento albiceleste, sumió tanto al misionero como a su compañero en un nerviosismo que se les hizo difícil de superar.

Después de ese juego, los europeos, que se quedaron con el saque de "Chucho", no sólo confirmaron el quiebre y nivelaron las acciones sino que seguidamente se apoderaron también del servicio de Mayer y se impusieron en el séptimo juego para quedar con tres match point, con su saque, en el octavo game.

Una gran remontada estiró la agonía deportiva de una dupla argentina que en el juego siguiente nada pudo hacer para revertir la situación y evitar un triunfo, al cabo merecido, de los checos.

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