VIEDMA (AV).- Un chico rionegrino que sufría una enfermedad de base murió a causa del virus de la gripe porcina. Vivía en Cipolletti pero siempre se hizo tratar en Neuquén por su afección previa y ahora hizo lo propio ante la gripe.
No obstante, en el registro nacional de la influenza figura como el primer fallecido de Río Negro por su lugar de origen. Hasta ayer sumaban 41 casos confirmados de la gripe porcina en esta provincia.
Por otra parte dos mujeres jóvenes de 20 y 26 años que dieron a luz recientemente murieron víctimas de enfermedades respiratorias. Una falleció en el hospital Zatti y la otra en el Pedro Ecay de Patagones.
Según se supo, en ninguno de los dos casos dio positivo el análisis de la influenza A.
La joven que murió en la noche del viernes en el hospital de Viedma tenía 20 años y hacía muy poco había tenido su último bebé. Además hace aproximadamente tres meses y mientras se encontraba embarazada debió ser internada por un problema pulmonar -líquido en la pleura-. Luego tuvo al bebé y fue dada de alta para regresar al hospital nuevamente con un cuadro respiratorio que no dio positivo a la influenza A sino al virus "sincicial" que es el que produce la mayoría de las bronquiolitis, una enfermedad que cursaban sus otros hijitos cuando volvió a su casa luego del parto. Estuvo varios días bajo respiración asistida en la terapia del Zatti hasta antenoche que falleció.
En tanto trascendió también que la joven de 26 que murió en el hospital de Patagones dio a luz y a los dos días debió ser internada ante una insuficiencia respiratoria grave. Al igual que la otra madre los análisis de la influenza A dieron negativo. Ambas fueron tratadas, respiradas en forma artificial pero a pesar de la juventud no pudieron superar la gravedad respiratoria.
En relación a las internaciones, el hospital de Viedma se mantiene en un mismo nivel. Ayer si bien se dieron dos altas ingresaron otros tres pacientes a sala común. Todos se encuentran controlados.
El avance del virus de la influenza A no sólo ha generado problemas a la salud de las personas afectadas y un aumento en la protección de la comunidad sino otros efectos que hoy pasan a un segundo plano pero que, sin duda, dejarán también sus consecuencias.
La programación de las vacaciones de invierno y el movimiento turístico para esta época del año son una muestra de ello. En el Tren Patagónico, por ejemplo, la disminución de la demanda de pasajes con destino a Bariloche disminuyó en un 40% en relación con el mismo mes del año pasado. Para la Línea Sur se mantiene pero se ha visto afectada la venta turística.