Sábado 11 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 21 > Internacionales
Obama y el Papa, cordialidad con diferencias

CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- El papa Benedicto XVI recibió en un clima cordial por primera vez ayer en el Vaticano al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el que abordó el delicado tema del aborto, sobre el que discrepan.

"El presidente Obama se comprometió explícitamente a tratar de hacer todo lo posible para reducir el número de abortos en Estados Unidos", anunció el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, tras el primer encuentro entre el Papa y el mandatario estadounidense, que llegó a la Casa Blanca en enero. La reunión, celebrada a puerta cerrada en el estudio privado del pontífice y en horas de la tarde, un horario completamete inusual para el Vaticano, duró 40 minutos y se desarrolló en un clima cordial y cortés, precisó el Vaticano.

"Es una persona con mucho carisma y muy gentil", subrayó Lombardi para quien este primer encuentro del Papa con el líder demócrata estadounidense representó un "buen inicio" para las relaciones entre los dos Estados.

El presidente estadounidense reconoció que espera "construir una relación fuerte" con el Vaticano, con el que coincide en varios temas como la necesidad de reducir el armamento nuclear y mejorar las relaciones con el mundo musulmán.

Obama, protestante, formado con gran religiosidad, recibió como regalo del Papa una copia en cuero blanco de la primera encíclica social del pontífice, lanzada el pasado martes, en la que insta a los dirigentes del mundo a promover una "nueva ética", más humana, para gobernar la globlalización.

El jefe de la iglesia católica le entregó igualmente un documento doctrinal (´Dignitas personae´) sobre los problemas de la bioética, en el que se reitera el rechazo de la Iglesia al aborto y a las investigación con células madre, dos temas delicados y sobre los cuales discrepan. Obama es partidario de proteger esos derechos, mientras el Papa los considera una violación de la dignidad del ser humano.

Obama se dirigió siempre en inglés al pontífice y estuvo acompañado por un traductor. Pese a las diferencias, hubo al parecer un acercamiento, al menos de carácter intelectual. La inmigración, la crisis económica mundial, la ayuda a los pobres, los problemas de Africa y América Latina también fueron abordados.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí