NEUQUÉN (AN).- El asueto sanitario dispuesto por el gobierno nacional y al que adhirieron la provincia y el municipio hicieron que ayer la ciudad de Neuquén mostrara diferente,

Mientras en el Alto y la city la actividad prácticamente se paralizó y varios comercios y oficinas permanecieron cerrados, en el Bajo comercial se aprovechó al máximo la jornada y muchos levantaron las alicaídas ventas.

Desde primera hora de la mañana el ritmo de la capital provincial fue diferente, impulsado fundamentalmente por una reducción marcada en el tránsito.

Es que tanto las escuelas, como los organismos públicos, varios comercios, estudios profesionales e incluso centros médicos no abrieron sus puertas.

Además la mayoría de los locales del Alto recién levantó sus cortinas cuando promediaba la mañana, dado que la ausencia de actividad bancaria no sólo paralizó el microcentro sino que dejó desiertas las tradicionales calles de la city.

Sin embargo, mientras en el Alto el asueto se vivió casi como un domingo, en el Bajo la mañana encontró a la mayoría de los comercios abiertos y a la espera de los clientes que aprovecharon el día para hacer compras. Los locales que tuvieron mayor afluencia fueron los de indumentaria, quienes gracias a la aplicación de las liquidaciones.

Desde el Centro de Empleados de Comercio, su titular, Sergio Rodríguez, se mostró sorprendido por la adhesión de varios comerciantes al asueto del sector público y señaló que "parece que algunos optaron por tomarse el fin de semana largo".

La Estación Terminal de Ómnibus de Neuquén (ETON) tampoco se mantuvo al margen del efecto del asueto y si bien el paso de quienes optaron por tomarse unas minivacaciones fue menor que el jueves, la cantidad de pasajeros de mediana y larga distancia demostró que pese a las recomendaciones fueron muchos los que optaron por viajar.

En tanto que el subsecretario Legal y Técnico de la comuna, Fabricio Torrealday, instó ayer a los comercios a extremas las medidas de profilaxis dado que indicó que "detectamos varios locales grandes que han dejado, por ejemplo, de ofrecer alcohol en gel a sus clientes".

El funcionario destacó que "se nota una evidente reducción de clientes en confiterías y restaurantes, pero lamentablemente los boliches están llenándose con gente que viene desde Cipolletti y Roca, que es donde se prohibieron esas actividades".