La conducción justicialista mantenía anoche en Roca un debate por el posicionamiento logrado en las elecciones del 28 de junio, como también la actitud partidaria y legislativa que se asumirá en los próximos meses.
El encuentro fue conducido por el presidente del PJ, el intendente Carlos Soria y también asistió el senador Miguel Pichetto.
Participaban la mayoría de los legisladores e intendentes.
Al cierre de esta edición, el encuentro continuaba evaluando el resultado en cada localidad. El gran objetivo era "establecer una marcha común y de unidad", insistían los partícipes. Así, en la previa se había trabajado en el intento de relativizar indirectos cruces por proyectos y candidaturas para el 2011. Los lineamientos eran fijar criterios conjuntos para consolidar una opción frente al gobierno provincial.
El esfuerzo para unificar los sectores de Soria y Pichetto es cada vez más estéril porque la disputa es demasiado pública. Durante esta semana, en declaraciones a FM VyP en Viedma, Soria sugirió que "Pichetto puede ser un buen acompañante" para ganar en el 2011. Le recordó su apoyo para la postulación en el 2007 y su respaldo también para la actual senaduría.
El parlamentario persiste en el silencio, pero los intendentes hablan por él. Al otro día, el jefe comunal de Lamarque, Gilberto Montanaro agradeció la capacidad de gestión del senador, remarcando que "es nuestro padre y gobernador en este momento". Antes, el intendente insistió que no era momento de disputas internas por el 2011.
Estos dichos radiales de Montanaro fueron difundido ayer por prensa del senador Miguel Pichetto.