NEUQUÉN (AN).- En un modesto acto se conmemoró el 193º aniversario de la declaración de la Independencia del país. Notorias ausencias de funcionarios y de público en general fueron el dato destacado de una jornada patria fría y gris.
El 9 de julio a la neuquina arrancó pasada las 8 con el izamiento de la insignia nacional frente al comando militar. Después toda la comitiva, encabezada por el intendente Martín Farizano y la vice gobernadora Ana Pechén, se trasladó al salón auditorio de la Casa de Gobierno.
En ese espacio cerrado y calefaccionado todos repusieron energías con un chocolate caliente hasta que Pechén se dispuso para encabezar el acto central en la plaza Roca, frente a la Casa de Gobierno. Un pabellón nacional de importantes dimensiones fue trasladado al interior de la plaza por efectivos policiales y las distintas autoridades presentes.
El himno entonado por la banda de la VI Brigada de Montaña acompañó armónicamente el izamiento de la bandera argentina que ostentaba en su centro de un sol radiante que, sin embargo, no alcanzó para brindar calidez al evento.
A la hora de los discursos, un par de emisarios de la comuna y del gobierno provincial se encargaron de dar lectura a unas semblanzas históricas de aquel 9 de julio de 1816.
Lo más patrio que se observó en la gris mañana de ayer fue a la compañía de danzas del Neuquén que trajo al presente bailes tradicionales como el pericón, quizás el más representativo.
La plaza le quedó grande al acto, ya que la ausencia de público y principalmente de niños se hizo sentir, quizás por el frío, a tal punto que sobró chocolate aunque escasearon los pastelitos.
Hasta se pudo observar el faltazo generalizado del gabinete provincial, con la presencia exclusiva del ministro de gobierno Jorge Tobares haciendo las veces de copiloto de una solitaria Ana Pechén, quien justificó la ausencia de Sapag explicando que "el gobernador está resfriado por lo que es conveniente que se quede en su casa".