SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Luego de que hace tres semanas la Cámara Segunda del Crimen absolviera por falta de pruebas a un hombre acusado de presunta corrupción de un menor de edad, el cual habría sufridos los hechos desde que tenía 13 ó 14 años, el fiscal Guillermo Lista presentó un recurso de casación ante el Superior Tribunal de Justicia.
Al procesar a Claudio Villarroel, un profesor de karate de 44 años, el juez Miguel Ángel Gaimaro Pozzi describió actos que habrían ocurrido cuando la presunta víctima asistía a las clases que el hombre impartía en el barrio Virgen Misionera y en el Gimnasio Municipal 1, donde habría fotografiado desnudo al chico en un vestuario. La amenaza de hacer pública esa foto y otras supuestas fotografías posteriores, habría sido utilizada para abusar del menor por un tiempo prolongado luego de las clases de karate o en el domicilio del acusado.
En el allanamiento realizado en la casa de Villarroel secuestraron un celular, una fotografía y una carta del denunciante dirigida a Villarroel, y ante el forense el joven declaró haber sido sometido sexualmente mediante la supuesta extorsión por varios años. La pericia psicológica reveló "signos categóricos de ataque contra su integridad sexual, tanto físicos como psicológicos". Pese a todo, el hombre resultó absuelto por el beneficio de la duda, lo que motivó la casación del fiscal.
En su recurso, Lista sostuvo que al absolver al imputado "el tribunal formula apreciaciones (...) arbitrarias y negativas" y recordó que Villarroel ya fue condenado por amenazar a la víctima. El hecho de que el fiscal de Cámara no detallara cada uno de los mensajes intimidatorios en su alegato fue evaluado a favor del imputado en el fallo, lo que fue cuestionado en la casación de Lista.
"Si la Fiscalía no creyó conveniente en el transcurso del alegato hacer referencia detallada de los mensajes (?) porque lo acababa de hacer el letrado de la querella (...) y por entender que había quedado suficientemente claro, más cuestionable y contradictorio aparece el análisis que realiza la sentencia, aduciendo que esa hipótesis de coacción no revela dato alguno que permita apuntalar ninguna de las circunstancias esenciales de la acusación", reprochó Lista. Luego, el fiscal relacionó "el envío de mensajes y su contenido intimidatorio, como un mecanismo para asegurar continuidad a las conductas perversas ejercidas sobre el menor".
Calificó además a la sentencia de "contradictoria y arbitraria (?) en donde pareciera que ninguna prueba alcanza para conectar con otra, donde se omite la valoración de prueba legalmente incorporada, se aduce que falta motivación legal para creer más a la víctima que al imputado y se termina disponiendo su absolución", concluyó.