"A la gente le da tranquilidad, pero nosotros somos muy respetuosos, nos quedan 90 minutos más, es importante haber ganado pero uno no se puede quedar tranquilo hasta que termine el partido del domingo".
Miguel Ángel Russo, conocedor de los riesgos qu esconde el fútbol, prefiere no gastar a cuenta. El 1-0 sobre Belgrano en Córdoba por una de las promociones fue clave, pero la historia todavía no terminó. "Desde lo futbolístico son finales, es muy difícil que todo funcione como uno quiere y más en un club como este que tiene mucha pasión. Cada partido es una experiencia nueva, las finales hay que llevarlas, manejarlas, ir evaluando el partido y tratar de manejarlo", dijo el DT canaya al diario La Capital. Además del resultado, Russo está conforme con la incursión por Córdoba, ya que no hubo lesionados y los jugadores que estaban al límite de las amarillas no sumaron nuevas tarjetas.
Russo subrayó además que esta circunstancia no es comparable a una pelea por un campeonato: "En un torneo salís campeón o salís segundo, acá perdés la categoría, es completamente distinto, no se puede medir y la presión por cómo se vive en la ciudad es muy grande. Pero uno se tiene que acomodar. El conocimiento del club y de muchas cosas más permiten vivirlo de una manera especial y manejar un poco mejor las cosas".
Ayer el plantel sólo hizo tareas regenerativas, de las que sólo estuvo ausente Matías Escobar (tiene un golpe en la espalda). El equipo titular aún no fue confirmado por Russo, aunque no se vislumbran cambios en los nombres más allá de la muy posible inclusión en el banco de Ezequiel González. Esta tarde el plantel quedará concentrado a la espera de la revancha, que se jugará el domingo a las 16:45 en el Gigante de Arroyito.