El francés Thomas Voeckler impidió ayer el "hat-trick" del británico Mark Cavendish y le dio al anfitrión su primera victoria en el Tour de France, al imponerse en la quinta etapa, de 196,5 kilómetros entre Le Cap d´Agde y Perpignan.

Voeckler se aprovechó de la falta de entendimiento de los equipos de los sprinters y culminó con éxito la escapada que compartió con otros cinco pedalistas.

El francés, ex camiseta amarilla del Tour, dejó atrás a sus compañeros de fuga a 4,6 kilómetros de meta y cruzó la línea de llegada en solitario con siete segundos de ventaja sobre el pelotón, al que dio tiempo el ruso Mijail Ignatiev.

El suizo Fabián Cancellara llegó con el pelotón y mantuvo su liderazgo, aventajando al estadounidense Lance Armstrong.

Los seis fugados, que no tenían peligro para la general, iniciaron su aventura a los 15 kilómetros de etapa. A 20 del final todo parecía que terminaría en sprint masivo, pero entonces el equipo Columbia-HTC suspendió la caza.

El equipo de Cavendish, ganador de dos etapas, no quería cargar con todo el trabajo, y los escapados tuvieron una oportunidad que Voeckler no desaprovechó.

Sesenta kilómetros antes de la llegada, el Saxo-Bank de Cancellara intentó imitar la jugada del pasado lunes del Columbia y provocar un abanico mediante un duro ataque. El hueco duró apenas un cuarto de hora, pero algunos ciclistas, entre ellos el polémico Tom Boonen, se quedaron tan atrás que ya no pudieron conectar con el grupo principal.

El auténtico nivel de forma de Armstrong, quien hasta su regreso al ciclismo pasó tres años y medio retirado, sigue siendo una incógnita.

Las primeras respuestas llegarán mañana camino a Arcalís, en Andorra. Ex campeones del Tour y ex ciclistas mostraron cierta desconfianza en que el texano, cuyo equipo tiene cinco pedalistas entre los diez mejores, pueda ganar su octava ronda francesa.