Jueves 09 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 40 > Deportes
Sortean el orden de juego en Ostrava
Se determinará quién arranca mañana, Del Potro o Mónaco.

El tradicional sorteo abrirá hoy la serie de Copa Davis entre la Argentina y la República Checa, que efectivamente se iniciará mañana en el estadio Cez Arena de Ostrava. La determinación del orden se conocerá en la ceremonia que se cumplirá desde las 7 de nuestro país.

Por reglamento ya está establecido que la principal raqueta argentina, Juan Martín Del Potro se mediría con Radek Stepanek -aún está en duda por una molestia en la pierna derecha- y Juan Mónaco se enfrentará con Tomas Berdych, el número uno de los locales.

El equipo argentino continuó ayer con los exigentes entrenamientos, que al igual que en las jornadas anteriores estuvieron matizados por la "buena onda" que reina en el grupo, como hacía mucho tiempo que no se veía en un conjunto de Copa Davis.

Las prácticas tuvieron una duración de cinco horas -dos a la mañana y tres a la tarde- y durante las mismas el capitán Modesto Vázquez y el sub Ricardo Rivera supervisaron cada uno de los movimientos de los jugadores, quienes nuevamente mostraron una gran contracción al trabajo.

Los primeros en ingresar a la cancha fueron Del Potro y Mónaco, quienes serán los singlistas, y luego participó del entrenamiento Leonardo Mayer, gran candidato a jugar el punto de dobles del sábado junto a José Acasuso.

Durante el entrenamiento los tenistas jugaron puntos y, además, realizaron variados ejercicios tácticos -al estilo Marcelo Bielsa- con cintas puestas en lugares estratégicos de la cancha para así practicar puntería y profundidad.

Todo controlado con minuciosidad por Vázquez, quien permanentemente le dio indicaciones a los jugadores, como "agachate un poco más que la pelota pica muy bajo", o "tratá de golpear bien adelante", y también palabras de aliento ante el esfuerzo de los jugadores. "Bien Juan", "Así Leo", "Dale Pico" fueron algunas de las arengas de Vázquez .

El capitán de la República Checa, Jaroslav Navratil, en un hecho inusual en la Copa Davis, no permite que se observen los entrenamientos de sus dirigidos, que practican a puertas cerradas.

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