Jueves 09 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 18 > Municipales
Vecinos de la planta cloacal sufren afecciones
Además del insoportable olor, los pobladores cercanos padecen sequedad en las vías respiratorias, náuseas, dolores de cabeza, vómitos y diarrea. Lo atribuyen a la contaminación.

ALLEN (AA).- Un grupo de vecinos que habitan a escasos metros de las piletas de oxidación solicitó la intervención de la Defensoría del Pueblo debido a los constantes olores que emanan de la planta cloacal de Allen. Además, en los próximos días presentarán un amparo ambiental ante la Justicia. Sospechan que existe contaminación ambiental aérea ya que muchos vecinos presentan diversas afecciones en la salud. Familias enteras viven recluidas dentro de sus casas, con puertas y ventanas cerradas herméticamente para evitar los malos olores.

En Allen, las piletas de oxidación siguen siendo un gran problema para la comunidad. Es que la planta de tratamiento de líquidos cloacales quedó emplazada en un sector cada vez más urbanizado y los olores que genera son inaguantables para cualquier persona. A este inconveniente se suman las deficiencias de la planta que no cuenta con un sistema de aireadores para disminuir los olores.

"De día o de noche, la situación que vivimos es muy difícil. Los olores que salen de los piletones son insoportables. Nos cuesta mucho realizar la ventilación de nuestros hogares que debemos realizar en este periodo de emergencia sanitaria. Acá hay un jardín y una escuela en los que pasa lo mismo. Hace tiempo que pedimos soluciones y no hemos encontrado respuestas serias. Queremos que la planta sea trasladada a otra zona que no afecte a la calidad de vida de los vecinos" indicó Claudia Fasano, docente y vecina del lugar.

Rosa Sandoval vive en la intersección de San Martín y San Luis, a unas seis cuadras de los piletones. "En mi familia ya tenemos problemas de salud. Mi hija fue intervenida quirúrgicamente en Buenos Aires de un tumor nasal. Los médicos me dijeron que ese problema pudo estar relacionado con la planta y me aconsejaron que me vaya a vivir a otro barrio. En mi caso cada quince días me veo obligada a ir al hospital porque los olores me producen distintos síntomas. Ya no sabemos qué hacer, ponemos diarios y trapos húmedos en puertas y ventanas para que los olores no ingresen a nuestras casas" expresó Rosa. Sequedad en las vías respiratorias, náuseas, dolores de cabeza, vómitos y diarrea son algunas de las afecciones que padecen los vecinos.

Según comentó el abogado y vecino de Allen Marcelo Campetella, el primer paso que dieron los vecinos fue intentar el diálogo con las autoridades municipales y locales de ARSA. El 17 de junio enviaron una carta documento al intendente Graciano Bracalente solicitando una audiencia y otra a Laureano Tapia, responsable de ARSA en Allen, para requerir informes técnicos. Pero no obtuvieron respuestas.

"Vamos denunciar esta situación ante la Defensoría del Pueblo. No nos ha sido brindada la información ambiental, que tenemos derecho de conocer. La gran preocupación es si estamos frente a una contaminación aérea o de napas freáticas. Como la información no aparece, el camino es que las explicaciones se den en la Justicia con un amparo", dicen.

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