Además de sobre temas como energía, clima, economía, la situación en Honduras y en Irán, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, departieron hoy en la ciudad italiana de L'Aquila sobre uno de los temas favoritos del brasileño: el fútbol.
Al inicio de una reunión bilateral, Lula cumplió la palabra que había dado el miércoles ante la prensa y obsequió al mandatario norteamericano una camiseta de la selección brasileña de fútbol, firmada por todos los integrantes que recientemente ganaron la Copa Confederaciones en Sudáfrica.
Pese a que la pasión del líder demócrata es el baloncesto, Obama se mostró entusiasmado con el regalo. La reunión entre ambos terminó con risas: las que el presidente de Estados Unidos despertó en el brasileño al asegurarle que su país "nunca volverá a desperdiciar una ventaja de dos goles", refiriéndose a la victoria brasileña sobre la selección estadounidense en la final por 3-2 después de remontar un 2-0 en contra.
El miércoles, Lula hizo gala del equipo nacional de su país tras la reunión que mantuvo con el resto de los líderes del G5 (México, India, Sudáfrica y China), a los que regaló una camiseta firmada y les expresó su deseo de que lleguen a tener selecciones de fútbol tan buenas que puedan enfrentarse a la verdeamarilla. dpa