LIMA (AFP).- El presidente del consejo de ministros peruano Yehude Simon formalizó ayer su renuncia en medio de un jornada de protesta que incluyó paros de maestros y de transportes, y huelgas regionales contra la política económica neoliberal del presidente Alan García.
Simon vinculó su dimisión a la crisis amazónica que dejó 34 muertos en junio, según una carta dirigida al presidente peruano divulgada el mismo día que el país sufría una nueva ola de tensión social "Le reitero mi renuncia irrevocable", señala Simon en la misiva fechada el 8 de julio, tras conocerse que el presidente designará a otro jefe de gabinete.
La jornada de protestas estuvo marcada por cortes de rutas en provincias del sureste andino, donde las huelgas se sintieron con más fuerza en ciudades como Ayacucho, Cusco y Arequipa.
Las protestas se producen en momentos en que existen en el país 226 conflictos sociales "activos", según la Defensoría del Pueblo, que subrayó que el más grave de ellos fue el que enfrentó al gobierno con los indígenas amazónicos en junio, y que concluyó con la muerte de 24 policías y 10 nativos.
Un sector de los transportistas inició un paro de 48 horas a nivel nacional, que afectó parcialmente las actividades en la capital, aunque se siente con mayor fuerza en provincias, al norte y sur del país. La policía elevó a 156 personas el total de personas detenidas en todo el país por bloquear con piedras y clavos arterias en Lima y otras ciudades.
El paro de transporte coincide con una jornada de protesta convocada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP, izquierda), que realizó un mitin en Lima con unas 2.500 personas por la tarde. La central demanda el cambio de la política económica del gobierno, la derogación de decretos que criminalizan la protesta social, aumento de sueldos y atención a las demandas de las distintas regiones.