Miércoles 08 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 29 > Sociedad
Un paciente sospechoso del virus cuenta su historia en Neuquén

NEUQUÉN (AN)- Jorge Álvarez fue catalogado como un caso sospechoso de gripe A. Piensa que se contagió en su trabajo, en el centro de salud de Villa María. El viernes tuvo los primeros síntomas, recibió atención médica, y desde ese día está aislado, en su casa de esta capital.

"Yo soy el tercer caso sospechoso que tiene el centro de salud entre el personal", aseguró en una entrevista que a primera hora de la mañana le concedió al programa Río Revuelto, de FM Río. "Las salas barriales están desbordadas por los casos estacionales y esto complica las cosas", afirmó.

El joven, que se desempeña como administrativo en la sala barrial, donde dice que los otros casos sospechosos son el de una médica y una enfermera, que no trascendieron porque "hay un cerrojo informativo" sobre el tema, afirmó que incluso intuye cómo contrajo el estado gripal: "Tengo unos conocidos que fueron al centro de salud, que también son casos sospechosos, y creo que fue cuando tuve contacto con ellos que me contagié", contó ayer en diálogo con "Río Negro".

Agregó que desde que está tomando el oseltamivir, la droga recetada para los pacientes con Influenza A (H1N1), al menos en su caso, la experiencia no fue muy buena, pese que enfatizó que actúa muy rápido en la contención de la gripe: "Es una droga que es muy buena para combatir el virus. Pero tiene algunos efectos colaterales, como diarreas, vértigo, insomnio", dijo.

"No tuve miedo. Preocupación sí, en algún momento. Pero no tanto por mí, sino más bien por los demás, me puse a pensar que quizá pude haber contagiado a alguien. Estuve cenando con mis amigos, con mi cuñada. Todas estas cosas que suceden hasta que uno no se entera que puede llegar a haberse contagiado", dijo el joven de 24 años, que es hijo del dirigente de ATE en el hospital Eduardo Castro Rendón, Baltazar Álvarez.

Contó que una vez que fue considerado como caso sospechoso "me tuve que poner a decirles a todos con los que estuve, que tuvieran cuidado con los síntomas, que si les aparecen, es porque quizá yo los contagié".

Señaló que ahora, en su casa, lleva una vida relativamente normal, con las medidas higiénicas del caso: "hay que limpiar las superficies que yo puedo tocar con lavandina, tengo que tener la precaución de estornudar como se recomienda, tapándome con el antebrazo, en lo posible utilizar barbijos, no compartir los mismos elementos de cocina. La clave es extremar las medidas de profilaxis, y seguir el tratamiento al pie de la letra. No dejar de ir al médico cuando aparecen los primeros síntomas".

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