Miércoles 08 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 39 > Deportes
"RÍO NEGRO" EN ESPAÑA: El circo de Florentino

¡Vengan a ver, pasen y miren¡ ¡No se arrepentirán¡ ¡El circo de Florentino ha vuelto a Madrid y a la fecha hay 209 millones de razones para no dejar de verlo¡

Los parlantes anuncian a artistas de todas partes del mundo. Los infaltables Iker y Raúl, equilibristas brasileños, anunciadores chilenos, prestidigitadores franceses y el "electrizante" Cristiano Ronaldo.

El tintineo del mensaje repiquetea en los estudios de radio y de TV, las redacciones de los diarios, los blogs de la red. Incluso tomó estado diplomático al cursar la presidencia blanca una invitación formal a cuanto portugués se anime a cruzar la frontera.

No se trata de un partido de fútbol, de un concierto de rock o de una celebración religiosa. Es la presentación, gratuita, en sociedad del fibroso y engelado "CR9".

Una mezcla de bautismo, desfile de modas, coliseo romano y cuento de ficción a la que la afición "merengue" acude presta y jubilosa.

Desde horas antes de subir el telón, setenta y cinco mil madridistas ataviados de blanco confluyen desde Moncloa, Plaza de Castilla, Atocha y cercanías hacia el "Santiago Bernabeu".

El mítico estadio es escenario de un desfile que nada tiene que envidiar a París o Milán. La gran boutique vende la camiseta 9 a 70 Euros y a 85 si viene con el nombre en el dorsal.

Allí indudablemente el top model es el lusitano y las chavalas, aunque algún que otro atildado señor también- deliran cuando su figura asoma por la pasarela.

Es allí donde el emperador Florentino levanta el pulgar al gladiador portugués y convence a la masa por enésima vez de ser "el mejor club del mundo".

Virtualidad y realidad se entrecruzan en el inusual show. Un descomunal despliegue de cámaras enfocan el rostro, el cuerpo y hasta las visceras del delantero, mientras otras -Photoshop mediante- se empecinan en retratar su dudosa armadura galáctica. Coraza que se mantendrá intacta sólo en la medida que el Real Madrid consiga sus objetivos, entre ellos llegar a la final de la próxima Champions League.

La bendición -bastón de Alfredo Di Stefano mediante- ha sido consumada en el nombre del negocio-espectáculo.

No hay lugar -so pena de blasfemia- para criticar la inescrupulosa fortuna pagada por el atacante.

¿Cuál es la razón por la que tanta gente actúa de ese modo? Pues bien, además de dar tema de café, el circo alimenta fantasías. De esas que permiten al español -al mejor estilo de Houdini- escapar de la recesión, del paro, del calor sofocante de Madrid, de la ETA, de la crisis de los servicios secretos y del debate por la central nuclear de Garoña. Ser por un instante lugarteniente de Florentino, tirar una pared con Kakà o echar a volar el sofá mientras su equipo gana y bebe una cerveza en su piso de alquiler.

A un costado de la línea de juego, la olvidada pelota espera inquieta que alguien por fin la eche a rodar.

MARCELO ANTONIO ANGRIMAN (*)

marceloangriman@ciudad.com.ar

(*) Abogado. Prof. Nac. Educación Fìsica.

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