NEUQUÉN (AN)- La fiscalía pidió 15 años de prisión para Nicolás Chambla, Juan Díaz y Leandro Serrano, a quienes acusó en su alegato de matar a Javier Galar a patadas en la cabeza. En cambio liberó de responsabilidad al otro imputado, Esteban Larrat.
Por su parte la querella reclamó 17 años de prisión por el homicidio. Acusó a los mismos tres jóvenes que la fiscalía y pidió que declaren inocente a Larrat. El abogado Ricardo Cancela explicó en su alegato que "el papá de Javier me dio un expreso mandato: que no acuse si no hay pruebas suficientes porque no quiere que ningún inocente vaya preso" (ver aparte).
Los defensores, con ligeras diferencias, coincidieron en pedir la absolución de los imputados y en responsabilizar del crimen a un menor de edad que estaba con ellos (ver aparte).
La sentencia se conocerá el 29 de julio, después de la feria, según anunció la Cámara Segunda integrada por Emilio Castro, Héctor Dedominichi y Mauricio Zabala (subrogante).
La de ayer fue la sexta y más extensa de las jornadas del juicio. Comenzó a las 9 con la declaración del forense Carlos Losada, quien afirmó que los autores de los golpes fueron dos o tres, y que ninguno de ellos fue el menor de edad que según varios testigos, participó de la golpiza. La audiencia terminó a las 19, cuando culminó el alegato de la defensa.
En el turno matutino, el fiscal Pablo Vignaroli señaló que el 17 de junio de 2006, a las 5:20 de la mañana, Galar fue golpeado en la cabeza cuando se encontraba en "total estado de indefensión".
El fiscal se basó en tres testigos: los amigos de la víctima Carlos Garré y Gabriel Di Marco, y el taxista Sebastián Cavalloti.
"El ataque fue llevado adelante por el menor y al menos tres de los cuatro imputados", afirmó Vignaroli. En cuanto a la calificación legal, dijo que "no hubo ninguna riña; hubo intención de matar (por parte de los acusados)". Invocó la figura del homicidio simple con dolo directo o con dolo eventual, agravado por la participación de un menor.
El querellante Cancela, en tanto, afirmó que todos los imputados trataron de involucrar al menor. "No vieron nada, salvo al menor golpeando", ironizó. Y destacó que "no tuvieron un gesto de humanidad con Javier, que quedó tirado en la vereda".
Puso de resalto la declaración del taxista Cavallotti: "estos son los testigos que necesitamos, a los que hay que proteger. Se ofreció espontáneamente, fue imparcial, declaró seis veces y nunca se contradijo".
En su opinión, Chambla, Díaz y Serrano deben ser considerados "coautores" de homicidio simple agravado por la participación de un menor, ya que "todos quisieron este hecho y todos aportaron a su resultado. La sumatoria de golpes causó la muerte de Javier, y todos los que golpearon están individualizados".
