Lunes 06 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 24 > Sociedad
Abrieron los comercios pero faltaron los clientes

NEUQUÉN (AN).- A pesar de que prácticamente la totalidad de los comercios a los que el municipio le pidió que no abrieran sus puertas para evitar el contagio de la Gripe A, ignoró esa recomendación, la noche del sábado en la ciudad de Neuquén se vivió de una forma más que atípica. Mientras las filas más extensas se formaron desde temprano en los locales de alquiler de películas, en los restaurantes y confiterías la escasez de clientes fue más que notoria y llevó a que en la mayoría de los casos se alcanzará en el primer fin de semana del mes un bajísimo 30% de la capacidad.

"Es terrible. La gente se quedó en sus casas", aseguró a "Río Negro" Paula Chamatropulos, la encargada del céntrico restauran Franz y Peppone. La comerciante explicó que "normalmente en el primer sábado del mes después de que se pagaron los sueldos y el aguinaldo el local desborda y tenemos lista de espera, y esta noche apenas llegamos al 30% de la capacidad y no creemos que llegue más gente".

Las caras largas también se vieron entre los dueños de las confiterías quienes vieron cómo a diferencia de otros fines de semana fueron contadas las mesas que se ocuparon para cenar y depositaron sus esperanzas en que entrada la madrugada llegaran los más jóvenes.

Así como durante el día la mayoría de las calles de la ciudad quedaron desiertas, por la noche las luces de neón de los comercios que abrieron sus puertas no cambiaron mucho el panorama e incluso en algunos bares se pudo observar cómo sólo permanecían en su interior los mozos y los dueños.

Las parrillas fueron las preferidas

Los locales que tuvieron una mayor afluencia de público fueron las parrillas en donde se trabajó intensamente con el sistema de reservas y en las que se advirtió que, tal como algunos funcionarios municipales temían, varios de sus comensales vinieron desde Cipolletti a cenar. "Mucha gente nos llamaba para saber si íbamos a abrir y entonces aprovechaban a hacer una reserva", explicó Verónica Peralta, la dueña de la parrilla El Asador, en donde la principal diferencia con los anteriores fines de semana fue la ausencia de listas de espera.

Mientras varios casamientos y cumpleaños de 15 no se suspendieron en un intento por prevenir el contagio de la gripe A H1N1, el tradicional monumento a San Martín fue tal vez el principal testigo de cómo, contrariamente a las costumbres de los neuquinos, el microcentro de la ciudad de Neuquén se paralizó y con un pulso aún menor que el de un fin de mes, disparó la preocupación de los comerciantes que esperaban esta fecha para recuperar sus ventas.

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