BUENOS AIRES (ABA) . - Aunque mucho depende de su evolución, la gripe A -y sus efectos- ya está produciendo un impacto fuerte en la economía.
Si a la merma de clientes en los shoppings, y de turistas, se suma el ausentismo laboral que supera el 30 % en el promedio de las empresas. las pérdidas económicas podrían ser importantes.
Según un estudio de Roberto Dvoskin de la Universidad de San Andrés en julio las pérdidas rondarían entre los 40.000 y 50.000 millones de pesos, es decir una caída del orden del 25 % de la producción.
"En la medida en que decrezca el consumo en restaurantes, confiterías, espectáculos (entretenimiento masivos como cines, deportes, etc), transporte y sobre todo turismo por la precaución de la gente de quedarse en sus casas es claro que los mencionados van a ser sectores muy afectados, aunque el tiempo de duración de este fenómeno es difícil de prever", dijo el economista Aldo Abram a "Río Negro". Pero además -advirtió- lo que complica un análisis general es que ese dinero no gastado en servicios va a ahorro (para después gastarse en otra cosa); o probablemente se gaste en delibery, o en reformas de la casa. En fin, lo más relevante es que el efecto crítico va a ser puntual, en una especie de reasignación de recursos.
Advierten que hay sectores que la van a pasar mal como el turismo, algo que ya ocurrió en México - tal vez el país más afectado por la epidemia- donde en playas como Cancún las ocupaciones hoteleras llegaron a caer hace un mes y medio casi un 90 % .
Solo por la gripe A las pérdidas en territorio azteca alcanzaron los 4000 millones de dólares (algunos estimaron que el daño diario fue de 88 millones de dólares) a lo que se sumó la caída de las exportaciones por la crisis en la economía norteamericana.
Volviendo a la Argentina, al impacto en el turismo se suma a una retracción de la actividad manufacturera por octavo mes consecutivo del 8,5 por ciento interanual, e indica que la tendencia declinante iniciada en octubre de 2008 continuaría al menos un semestre más (aquí también influyen la crisis mundial y la recesión local por factores políticos).
En cambio, los segmentos afectados exclusivamente por la nueva influenza AH1N1 tendrían una leve recuperación en agosto cuando -siempre de acuerdo a supuestos- se salga del pico de la enfermedad.
El especialista de FIEL, Daniel Artana, se limitó a señalar que no existen estudios precisos en relación a la magnitud del daño que la gripe porcina podría provocar en el PBI ya que se mezclan factores ajenos y -coincidió con Abram- los alcances son sectoriales.
