El intendente de la ciudad de Santiago del Estero, Julio Fernando Alegre, presentó ayer su renuncia luego de que el fin de semana le allanaran sus viviendas y secuestraran vehículos, computadoras y dinero, en el marco de la investigación de una presunta defraudación millonaria en perjuicio de la Municipalidad.
La causa había comenzado el 18 de mayo pasado, cuando detuvieron a un agente municipal contratado portando 20.000 pesos, que había cobrado en un banco para entregar el efectivo a un funcionario comunal, Oscar Farías, quien supuestamente lo destinaría a pagar a proveedores en efectivo. Este último permanece en calidad de prófugo, ya que para el juez a cargo de la investigación, Gustavo Herrera, es el jefe de una asociación ilícita.
Los operativos policiales que forzaron la salida del intendente radical comenzaron el sábado en distintos domicilios de Santiago, donde se encontró documentación que lo comprometería, en cuanto al destino de fondos públicos. Varias propiedades, algunas ubicadas fuera de esta provincia, numerosos autos y siete cajas fuerte fueron halladas en los lugares que fueron requisados.
Si bien el magistrado no había librado la orden de detención contra el jefe comunal, se conjeturaba que iba a solicitar su desafuero el próximo lunes, aunque el camino le quedó allanado con su repentina dimisión.
Entre los documentos hallaron una escritura de un departamento emplazado en el centro de Córdoba, así como también se corroboró que una finca en El Zanjón y dos casas en distintos barrios de esta ciudad, como una en Punta del Este (Uruguay) aparece como el titular dominial. (DyN)