Las fiestas de Silvio Berlusconi eran como "un harén vulgar", contó Patrizia D´Addario, una de las mujeres que cobró por ir a los encuentros.
D´Addario, se hizo mundialmente conocida por estar involucrada en las fiestas de Berlusconi. Le concedió una entrevista a El País de España en donde describe como "un harén vulgar", en el que había dos escorts lesbianas y chicas del este de Europa.
"Algunas chicas exigían en voz alta que se viera el color del dinero", cuenta la mujer de 43 años que confirma sin preámbulos que es prostituta, que ése es su oficio, y responde con la verdad que todos saben y callan: "No entiendo la diferencia entre prostituta y velina".
Berlusconi, informado por Gianpaolo Tarantini - el encargado de reclutar chicas - de los detalles de su vida, entró en su corazón al hablarle de su padre, al hacerle saber que la ayudaría con un proyecto propio.
Patrizia, armada con su grabadora y su teléfono, entró en el dormitorio de "papi". Lo grabó yéndose al baño, diciéndole que la esperaba en la cama y hasta sacó una foto a la foto de Verónica Lario que estaba en la repisa.
"Es un harén en el que él es el único protagonista. Las 20 chicas estaban allí cuando llegamos nosotros, luego apareció él [Berlusconi], se presentó, se acercó, Gianpaolo me presentó como Alessia, yo dije "ciao", él me dijo "eres muy mona", luego me pidió que me sentara con él, y mientras estábamos allí un perrito se me metía entre los pies, se lo había regalado la mujer de Bush, Frufrú se llama", aclara. "Muchas hablaban, luego veíamos los videos y en un momento dado todas las chicas hicieron un baile. Todas conocían la canción "Menos mal que tenemos a Silvio". Para terminar, Patrizia aconseja al periodista averiguar la verdad. "Descubra lo que hay bajo todas esas personas que están en la otra parte, es muy interesante. Hay muchas cosas que decir y descubrir. Cosas que saben todos en esta ciudad y que nadie cuenta porque tienen miedo".