Domingo 05 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 46 > Deportes
Una definición de novela en el Amalfitani
Huracán será campeón si logra un empate. Vélez debe ganar sí o sí para dar la vuelta olímpica.

No sólo el título del torneo Clausura se pondrá en juego esta tarde (a las 15:20, por TyC Max) en el estadio José Amalfitani. También estará en discusión la concepción del juego, se pondrán sobre la mesa dos formas de ver y disfrutar el fútbol. La de Vélez, práctica y metódica, y la de Huracán, romántica y bella.

El Globo llega a esta finalísima, una de las más apasionantes de las últimas décadas, con ventaja de un punto y con el sueño de repetir la hazaña que logró aquel equipo maravilloso que dirigía César Luis Menotti en 1973, justamente un Flaco que es padre teórico de Ángel Cappa.

Pasaron nada menos que 15 años desde que Huracán peleó mano a mano con Independiente una corona que finalmente quedó en manos de los muchachos que dirigía Brindisi. Aquella tarde fue un lapidario 4-0 de la orquesta roja, y justamente el último tanto lo marcó Ricardo Gareca.

El Tigre supo conformar un equipo a su semejanza: efectivo, simple, menos vistoso que su rival de esta tarde e inteligente a la hora de leer los partidos.

El Fortín no da una vuelta olímpica en el ámbito doméstico desde 2005 y para sumar su séptima título local deberá ganar el partido, porque el empate sólo les sirve a los ángeles de Cappa.

En cuanto a la actualidad inmediata, hay que decir que ninguno se saca ventaja. Es cierto que Huracán goleó la última fecha por 3-0 a Arsenal, un resultado que le permitió pescar la punta porque Vélez empató en un gol con Lanús (al que inmediatamente sacó de la pelea), pero también es cierto que el parate por los comicios legislativos dejó a los dos casi en el mismo peldaño, al menos en lo anímico y en el plano de las motivaciones.

Las expectativas son enorme y ni siquiera el temor que genera la gripe A conspiró contra estos 90´ que están llamados a ser un "partidazo" en el que vibrarán 35.000 almas. Sucede que en todos los casos habrá un gran ganador y un gran perdedor, pero el final debe permitir espacio para el aplauso para ambos protagonistas.

Por un lado, palmas para Vélez por la solidez y constancia. Por el otro, reconocimiento para Huracán por el "jogo bonito" que demostró en grandes pasajes del torneo y que al cabo lo depositó en esta instancia decisiva.

Fabián Cubero será titular pese a haber sido expulsado ante Lanús porque Vélez pidió el artículo 225 por el lesionado defensor chileno Waldo Ponce. Huracán apostará a los mismos once de la goleada ante Arsenal.

El desenlace podrá ser visto in situ por los privilegiados que consiguieron su entrada y hasta en el estadio Tomás A. Ducó, donde se instalará una pantalla gigante y se esperan más de 10.000 hinchas de Huracán. Hoy termina esta historia entre dos grandes equipos.

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