Serena venció ayer a su hermana Venus y logró por tercera vez en su campaña el título en Wimbledon, en la Catedral del tenis mundial. La menor de las Williamns se puso 11-10 en el historial familiar y 6-2 en finales de Grand Slams. Después, ganaron en dobles.
Las hermanas Williams se enfrentaban otra vez en la final de Wimbledon, como lo hicieron un año atrás, cuando la mayor se quedó con el título.
La cosa fue diferente, si bien ambas llegaron de nuevo a la final. Si bien Venus no había cedido un sólo set en el torneo, Serena ganó la final por 7-6 (7/3) y 6-2 en 87 minutos.
El partido comenzó tal cómo se preveía. Las dos se concentraron en mantener su servicio, algo vital en una superficie como el césped, en donde un buen saque puede definir un juego.
Serena está de racha. Logró dos de los tres Grand Slams que disputó hasta el momento y llegó a los cuartos de final en Roland Garros.
"Es maravilloso", aseguró la campeona. La número dos del mundo, campeona en 2002 y 2003, cortó una impresionante racha de 20 victorias consecutivas de su hermana en Londres, donde se había impuesto los dos últimos años.
"Es una de las más grandes en césped", expresó Serena acerca de Venus, con la que se abrazó en la red al final del partido.
Sin embargo, la menor de las Williams, de 27 años, suma ya 11 títulos grandes, frente a los siete de su hermana, de 29.
"Tuvo respuesta para todo y jugó el mejor tenis, feliticaciones", se resignó Venus, quien salvó hasta tres bolas de partido antes de caer derrotada.
Venus perdió en el tie-break el primer set en todo el certamen. Duró 52 minutos, un minuto más que lo que tardó en deshacerse en semifinales por 6-1 y 6-0 de la rusa Dinara Safina, número uno del mundo.
Todos pensaron entonces que acababan de ver a la campeona de Wimbledon 2009, pero Serena lo impidió con la potencia de sus golpes.
Más tarde, las hermanas Williams sumaron el tercer título en dobles en All England después de vencer a las australianas Samantha Stosur y Rennae Stubbs, por 7-6 (7/4) y 6-4