Muchos delincuentes están utilizando cada vez más el fútbol para lavar dinero y evadir impuestos, algo a lo que ayuda la globalización del deporte y las necesidades financieras de los clubes, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un organismo anticorrupción.
El deporte más popular atrae a delincuentes por las grandes cantidades de dinero que mueve sin tener en cuenta fronteras y con métodos de contabilidad oscuros, señaló la OCDE.
"Los clubes de fútbol son considerados por los delincuentes como vehículos perfectos para el lavado", afirmó el organismo.
Aunque otros deportes como el criquet, el rugby, las carreras de caballos o el automovilismo también están bajo la lupa, el fútbol supera a todos los demás a escala global. En un caso, indicó el informe, los investigadores frustraron un intento de lavar dinero a través de la compra de un famoso club del fútbol italiano con fondos aportados por una asociación delictiva que operaba en la región central de ese país.
Basado en 20 casos, el informe concluyó que la estructura, el modo de financiación y la cultura del deporte son conductores de delitos financieros. Además, citó dos ejemplos de evasión impositiva que involucraron a futbolistas en Reino Unido, uno ligado a derechos de imagen y el otro a una contratación que fue ocultada a las autoridades fiscales.
Impulsadas por los lucrativos derechos de televisión, las cantidades de dinero en el fútbol han crecido de manera impresionante, volviendo vulnerables a los clubes frente a masivas intervenciones del sector privado.
Las increíbles cifras pagadas por jugadores alcanzaron nuevas alturas el mes pasado cuando el Real Madrid pagó al Manchester United unos 94 millones de euros por Cristiano Ronaldo.
Pese a la gran escala del deporte, con 38 millones de jugadores registrados y 5 millones entre árbitros y autoridades, muchos clubes están administrados por "amateurs" en la materia y pueden ser fácilmente adquiridos por inversores dudosos.
El masivo flujo de dinero que se mueve en "refugios" fiscales, los irracionales pagos por transferencias, las infladas sumas que ganan los agentes y las redes de apuestas, pueden ayudar a los delincuentes a intentar pasar sus ilícitas ganancias como legales.
Los clubes cada vez son menos propensos a blanqueos de dinero por miedo a perder patrocinadores, mientras que los delincuentes pueden usar la propiedad de un club para forjar vínculos de negocios legales y obtener lucrativos contrato.
Los supuestos inversores pueden recuperar su dinero "lavado" al vender artículos deportivos y servicios del club a precios inflados, o también a través de la venta de derechos mediáticos, entradas, jugadores y mercadotecnia. (Reuters)