Las elecciones del domingo 28 inspiraron variedad de gestos en el universo sanmartinense, cuya cantidad de electores cabe largamente en la cancha de Boca. Pero ocurre que con la maleable materia electoral, no todo es lo que parece.
Desde esa perspectiva, vale echar un vistazo sobre los derrotados. Y cabe dejar fuera del análisis al segundo lugar del MPN, porque el oficialismo que aquí encabeza la intendente Luz Sapag le hizo jugar de visitante al candidato ganador en la provincia, José Brillo, al que emparenta con su enemigo: el sobischismo.
La primera observación, históricamente repetida en los cafés, es que las elecciones para mandatos nacionales tienen arrastre sobre las locales. Se verá que no siempre es así o, cuando menos, que el arrastre enmascara otros asuntos.
En 2003, el kirchnerista Jorge Carro se impuso con el 56 por ciento de losvotos para la intendencia de San Martín. El MPN obtenía el 33 por ciento. Una paliza. Carro venía de ser funcionario del riñón kirchnerista en la Secretaría de Presidencia. Ese era, casi, su principal argumento decampaña.
Pero en las legislativas 2005, las ínfulas kirchneristas se venían abajoaquí. Ganaban por un punto a diputados, y el otrora arrasador Carro caíaal 15 por ciento y perdía como candidato a convencional constituyente provincial, siendo a un tiempo intendente de la ciudad.
¿Qué ocurría a nivel nacional? Kirchner conseguía, cómodo, más diputados y senadores. Pero a esas alturas, el peronismo ya estaba dividido en San Martín y se vislumbraba la diáspora que vendría dos años después.
En 2007, el kirchnerismo daba por primera vez la victoria presidencial a una mujer, Cristina, con más de 20 puntos, la mayor diferencia desde 1983.
Pero en la ciudad, otra mujer, Luz Sapag, ponía al MPN de regreso en la intendencia, con el 62 por ciento (era candidata de varios partidos). La Concertación (PJ y UCR) apenas orillaba el 8,5. Aquel era ya un peronismo sin kirchneristas: se habían marginado por diferencias "éticas y políticas" con la conducción de la unidad básica, que hoy sigue en su cargo (habrá internas en noviembre).
En octubre de 2008 reaparecen los kirchneristas como FCPV en la elección para convencionales municipales. Sacan el 10 por ciento contra el 23 del MPN; 14 de Libres del Sur, 12 del vecinalismo, 11 de la UCR, 11 de Unidos Por San Martín y 5,3 del UNE.
Y llegamos al domingo pasado. Sorprendente (por la diferencia) victoriaradical en San Martín, con el 27 por ciento, delante del MPN. El FCPV sacó menos boletas que los votos anulados. Rozó el 7 por ciento.
Conclusiones: el PJ estalló aquí dos años antes de la ruptura nacional queforzó el kirchnerismo. Aun antes, desde 2006, el trabajo político del peronismo ha sido nulo como partido, y sólo el kirchnerismo ha caminado un poco, muy poco, la ciudad.
Puede pensarse que la sangría progresiva de históricos votos peronistas está alimentando a partidos que vienen creciendo por su cuenta o se han convertido en satélites del MPN en San Martín.
Qué pasaría si el PJ local logra reorganizarse y depurar sus lastres, y retorna a lo que supo ser: un movimiento ecléctico pero electoralmente vertical y perforante.
¿Será eso lo que en el plano nacional intenta ahora hacer el golpeado Scioli, con amarga suerte? ¿Volverá a haber un sólo PJ? ¿O es demasiado tarde..?